La arqueología subacuática es una ciencia excitante pero, a veces, arriesgada. ¿Pueden los robots ayudar a los seres humanos en entornos hostiles?
En la pequeña localidad estonia de Rummu se encuentra una antigua prisión y cantera de la era soviética que fue abandonada e inundada en los años noventa. Algunos de sus edificios quedaron sumergidos en el nuevo lago y hoy además de ser uno de los lugares de buceo más populares es el sitio perfecto para probar un nuevo robot, el U-CAT, diseñado para ayudar a los arqueólogos subacuáticos en lugares de difícil acceso como los pecios, o buques hundidos.
“El objetivo es que acceda a lugares confinados, grabe un vídeo y regrese. A veces son espacios muy pequeños y este robot puede girar sobre todos sus ejes y volver”, apunta la profesora de biorrobótica de la Universidad Técnica de Tallin, Maarja Kruusmaa.
El proyecto de investigación europeo Arrows ha desarrollado U-Cat para que funcione sin control remoto y así se mueva siguiendo el progr
En la pequeña localidad estonia de Rummu se encuentra una antigua prisión y cantera de la era soviética que fue abandonada e inundada en los años noventa. Algunos de sus edificios quedaron sumergidos en el nuevo lago y hoy además de ser uno de los lugares de buceo más populares es el sitio perfecto para probar un nuevo robot, el U-CAT, diseñado para ayudar a los arqueólogos subacuáticos en lugares de difícil acceso como los pecios, o buques hundidos.
“El objetivo es que acceda a lugares confinados, grabe un vídeo y regrese. A veces son espacios muy pequeños y este robot puede girar sobre todos sus ejes y volver”, apunta la profesora de biorrobótica de la Universidad Técnica de Tallin, Maarja Kruusmaa.
El proyecto de investigación europeo Arrows ha desarrollado U-Cat para que funcione sin control remoto y así se mueva siguiendo el progr
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