Domingo 18 de octubre 2015 | Devoción Matutina para Mujeres 2015 | Dios y yo somos mayoría
Y de igual manera el Espíritu nos ayuda en nuestra debilidad; pues qué hemos de pedir como conviene, no lo sabemos, pero el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos indecibles. Romanos 8:26
En un seminario que presentó mi esposo, él dijo lo siguiente: “Dios y tú son mayoría frente a cualquier situación”. Al día siguiente, una joven que había escuchado estas palabras dio su testimonio: ese día al llegar al colegio, sus compañeros le contaron las dificultades que tenían con cierta asignatura. Ella recordó esa frase, y respondió: “No se preocupen; que hoy, Dios y yo somos mayoría”.
¿Habrá alguien que no tenga problemas? No lo creo, por una razón: vivimos en un mundo de pecado. Si te preguntara cómo enfrentas los problemas, las angustias, tristezas y preocupaciones de cada día, ¿qué responderías? En una ocasión leí: “Para estar de pie ante los problemas, hay que estar de rodillas ante Dios”. Esta es la respuesta: solo de rodillas ante Dios podemos enfrentar la adversidad, porque la necesidad de los hombres es la oportunidad de Dios, y para él nada es imposible.
Muchas personas pretenden evadir sus problemas: “No pasa nada”, “eso no puede ser”, dicen. Otros deciden huir y dejar que otros lidien con la situación; y otros comienzan a cavilar: “¿Por qué tuvo que sucederme esto?”, y exigen a Dios una explicación.
Hermana, los caminos de Dios no son nuestros caminos; pero su carácter sigue siendo digno de confianza. Aunque a veces Dios dice “no” a nuestras peticiones, debemos confiar, aunque no entendamos. Cuando nos acecha la duda, debemos aplicarnos el antídoto de la fe.
“Cualesquiera que sean tus angustias y pruebas, exponías al Señor. Tu espíritu encontrará fortaleza para sufrirlo todo. Se te despejará el camino para que puedas librarte de todo enredo y aprieto. Cuanto más débil y desamparado te sientas, más fuerte serás con su ayuda. Cuanto más pesadas sean tus cargas, más dulce y beneficioso será tu descanso al echarlas sobre Aquel que se ofrece a llevarlas por ti” {El ministerio de curación, cap. 4, p. 39).
Enfrenta este día con la seguridad de que “Dios y tú son mayoría”, porque tu amigo Jesús, por medio de su Espíritu Santo, estará a tu lado para darte fuerza.— Nazira Khan.
DEVOCIÓN MATUTINA PARA LA MUJER 2015
Jardines DEL ALMA
Recopilado por: DIANE DE AGUIRRE
Lecturas Devocionales para Damas 2015
http://devocionmatutina.com
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Y de igual manera el Espíritu nos ayuda en nuestra debilidad; pues qué hemos de pedir como conviene, no lo sabemos, pero el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos indecibles. Romanos 8:26
En un seminario que presentó mi esposo, él dijo lo siguiente: “Dios y tú son mayoría frente a cualquier situación”. Al día siguiente, una joven que había escuchado estas palabras dio su testimonio: ese día al llegar al colegio, sus compañeros le contaron las dificultades que tenían con cierta asignatura. Ella recordó esa frase, y respondió: “No se preocupen; que hoy, Dios y yo somos mayoría”.
¿Habrá alguien que no tenga problemas? No lo creo, por una razón: vivimos en un mundo de pecado. Si te preguntara cómo enfrentas los problemas, las angustias, tristezas y preocupaciones de cada día, ¿qué responderías? En una ocasión leí: “Para estar de pie ante los problemas, hay que estar de rodillas ante Dios”. Esta es la respuesta: solo de rodillas ante Dios podemos enfrentar la adversidad, porque la necesidad de los hombres es la oportunidad de Dios, y para él nada es imposible.
Muchas personas pretenden evadir sus problemas: “No pasa nada”, “eso no puede ser”, dicen. Otros deciden huir y dejar que otros lidien con la situación; y otros comienzan a cavilar: “¿Por qué tuvo que sucederme esto?”, y exigen a Dios una explicación.
Hermana, los caminos de Dios no son nuestros caminos; pero su carácter sigue siendo digno de confianza. Aunque a veces Dios dice “no” a nuestras peticiones, debemos confiar, aunque no entendamos. Cuando nos acecha la duda, debemos aplicarnos el antídoto de la fe.
“Cualesquiera que sean tus angustias y pruebas, exponías al Señor. Tu espíritu encontrará fortaleza para sufrirlo todo. Se te despejará el camino para que puedas librarte de todo enredo y aprieto. Cuanto más débil y desamparado te sientas, más fuerte serás con su ayuda. Cuanto más pesadas sean tus cargas, más dulce y beneficioso será tu descanso al echarlas sobre Aquel que se ofrece a llevarlas por ti” {El ministerio de curación, cap. 4, p. 39).
Enfrenta este día con la seguridad de que “Dios y tú son mayoría”, porque tu amigo Jesús, por medio de su Espíritu Santo, estará a tu lado para darte fuerza.— Nazira Khan.
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