Sylvia Rexach, poetisa y autora puertorriqueña, nació en Santurce, Puerto Rico un 22 de enero del 1921. Aunque su vida fue muy breve debido a un terrible cáncer, Sylvia es siempre recordada por sus canciones y poemas melódicos y románticos, interpretados por los mejores artistas de su época y de hoy.
Al terminar su escuela superior, Rexach dedicó su vida a la música, tocando piano, saxofón y guitarra. Sin embargo, Sylvia descubrió que su verdadero talento era el de escribir poesías y canciones, componiendo dos de sus canciones más conocidas, “Di, corazón” y “Matiz de amor”, en los primeros años de su carrera. Durante esos primeros años también compuso el tema “Idilio”, que fuera interpretado por la orquesta puertorriqueña más famosa de esa época, dirigida por Rafael Muñoz.
Su fama se fue expandiendo en Puerto Rico y por toda la América Latina, en lugares como Argentina, México, Perú y Venezuela, interrumpiéndose únicamente durante su servicio en el Cuerpo de Mujeres del Ejército (WACS) durante la Segunda Guerra Mundial.
Al terminar la guerra, Rexach contrajo matrimonio con William Riley, con el que tuvo tres hijos. Más adelante, después de su separación de Riley, regresó a Puerto Rico y trabajó como libretista y en comedias radiales con Ramón Ortiz del Rivero, mejor conocido como “Diplo” y con José Luis Torregrosa. Mientras tanto, colaboraba con el guitarrista y compositor Tuti Umpierre y continuaba componiendo canciones como sus hermosas y conocidas “Alma Adentro” (letra) y Nave sin Rumbo, interpretada aquí por Carmen Delia Dipiní. Estas y muchas otras canciones de Sylvia Rexach estaban inspiradas por las sutilezas de sus romances, por las angustias que le traían la pérdida de un amor, o por temas similares. Fue durante esta temporada que Rexach formó su propia banda musical de mujeres, Las Damiselas, con la que alcanzó gran éxito en Puerto Rico.
En el 1951, Rexach comenzó a escribir una columna para el periódico puertorriqueño “El Diario de Puerto Rico”, titulada “A sotto voce”. Más adelante, Rexach fue uno de los miembros fundadores de la Sociedad de Redactores y Músicos de Puerto Rico, en la cuál ejerció funciones de Secretaria.
Su vida fue una de bohemias que le llevaron al alcoholismo y a sufrir otros males que le consumieron lentamente. Sylvia Rexach murió de cáncer estomacal el 20 de octubre del 1961.
Después de su muerte, sus canciones continúan siendo sido interpretadas por artistas famosos de todo el continente, incluyendo a Marco Antonio Muñiz, Gilberto Monroig, Carmen Delia Dipiní y Tato Díaz. Recientemente se han grabado e interpretado sus canciones por artistas del calibre de Lucecita Benítez, Chucho Avellanet, Ednita Nazario, Lourdes Robles, Lunna y Linda Rodstandt. Sharon Riley, hija de Sylvia Rexach, recién actuó en la minieserie “Al fondo del dolor”, sobre la vida de Sylvia y dedicada póstumamente a esa artista inolvidable.
Sylvia Rexach es un orgullo Latino.
Info Source -- http://www.musicofpuertorico.com/index.php/artistas/sylvia_rexach/
Al terminar su escuela superior, Rexach dedicó su vida a la música, tocando piano, saxofón y guitarra. Sin embargo, Sylvia descubrió que su verdadero talento era el de escribir poesías y canciones, componiendo dos de sus canciones más conocidas, “Di, corazón” y “Matiz de amor”, en los primeros años de su carrera. Durante esos primeros años también compuso el tema “Idilio”, que fuera interpretado por la orquesta puertorriqueña más famosa de esa época, dirigida por Rafael Muñoz.
Su fama se fue expandiendo en Puerto Rico y por toda la América Latina, en lugares como Argentina, México, Perú y Venezuela, interrumpiéndose únicamente durante su servicio en el Cuerpo de Mujeres del Ejército (WACS) durante la Segunda Guerra Mundial.
Al terminar la guerra, Rexach contrajo matrimonio con William Riley, con el que tuvo tres hijos. Más adelante, después de su separación de Riley, regresó a Puerto Rico y trabajó como libretista y en comedias radiales con Ramón Ortiz del Rivero, mejor conocido como “Diplo” y con José Luis Torregrosa. Mientras tanto, colaboraba con el guitarrista y compositor Tuti Umpierre y continuaba componiendo canciones como sus hermosas y conocidas “Alma Adentro” (letra) y Nave sin Rumbo, interpretada aquí por Carmen Delia Dipiní. Estas y muchas otras canciones de Sylvia Rexach estaban inspiradas por las sutilezas de sus romances, por las angustias que le traían la pérdida de un amor, o por temas similares. Fue durante esta temporada que Rexach formó su propia banda musical de mujeres, Las Damiselas, con la que alcanzó gran éxito en Puerto Rico.
En el 1951, Rexach comenzó a escribir una columna para el periódico puertorriqueño “El Diario de Puerto Rico”, titulada “A sotto voce”. Más adelante, Rexach fue uno de los miembros fundadores de la Sociedad de Redactores y Músicos de Puerto Rico, en la cuál ejerció funciones de Secretaria.
Su vida fue una de bohemias que le llevaron al alcoholismo y a sufrir otros males que le consumieron lentamente. Sylvia Rexach murió de cáncer estomacal el 20 de octubre del 1961.
Después de su muerte, sus canciones continúan siendo sido interpretadas por artistas famosos de todo el continente, incluyendo a Marco Antonio Muñiz, Gilberto Monroig, Carmen Delia Dipiní y Tato Díaz. Recientemente se han grabado e interpretado sus canciones por artistas del calibre de Lucecita Benítez, Chucho Avellanet, Ednita Nazario, Lourdes Robles, Lunna y Linda Rodstandt. Sharon Riley, hija de Sylvia Rexach, recién actuó en la minieserie “Al fondo del dolor”, sobre la vida de Sylvia y dedicada póstumamente a esa artista inolvidable.
Sylvia Rexach es un orgullo Latino.
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