Entre los meses de enero y marzo, en el Parque Nacional Kruger, en Sudáfrica, los elefantes pueden disfrutar de su comida favorita: el fruto de la marula.
Este árbol es muy común en esta zona protegida y la venta de sus frutos es uno de los principales ingresos de la comunidad local.
La ONG Elephants Alive está llevando a cabo un proyecto cuyo objetivo es la protección del ecosistema y, sobre todo, de las marulas.
“A los elefantes les gusta mucho el fruto de la marula. He visto, por ejemplo, a un elefante vigilando uno de estos árboles e intentando atrapar todo lo que caía de él. Las marulas son sus árboles favoritos. Comen la corteza, las hojas y los frutos”, explica Michelle Henley, fundadora de Elephants Alive.
Para proteger estos árboles los miembros de esta organización han colgado colmenas de sus ramas.
A los elefantes no les gusta el ruido de las abejas ni las picaduras de estos insectos.
Los miembros de la comunidad local defienden la acción de esta ONG ya que los f
Este árbol es muy común en esta zona protegida y la venta de sus frutos es uno de los principales ingresos de la comunidad local.
La ONG Elephants Alive está llevando a cabo un proyecto cuyo objetivo es la protección del ecosistema y, sobre todo, de las marulas.
“A los elefantes les gusta mucho el fruto de la marula. He visto, por ejemplo, a un elefante vigilando uno de estos árboles e intentando atrapar todo lo que caía de él. Las marulas son sus árboles favoritos. Comen la corteza, las hojas y los frutos”, explica Michelle Henley, fundadora de Elephants Alive.
Para proteger estos árboles los miembros de esta organización han colgado colmenas de sus ramas.
A los elefantes no les gusta el ruido de las abejas ni las picaduras de estos insectos.
Los miembros de la comunidad local defienden la acción de esta ONG ya que los f
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