Madrid, 02 ago (efesalud.com). La doctora Marta Figueroa, directora médico de la Clínica Vissum, interviene en el videoblog de Oftalmología para explicar por qué es necesario que una persona visite con urgencia al retinólogo si ha sufrido un golpe directo en los ojos tras un accidente de tráfico, por el impacto de una esquirla en un taller mecánico, por una patada de kárate en una competición deportiva o por un pelotazo inesperado en un partido de pádel.
"Una de las consecuencias más graves de un traumatismo en un ojo es el desprendimiento de retina, la membrana interior que recubre el globo ocular, imprescindible para la visión humana. El desprendimiento de retina más común sobreviene después de un accidente laboral o de tráfico, aunque en los últimos años destacan los que se ocasionan durante la práctica deportiva de jóvenes y adultos, especialmente en el pádel", señala la doctora Figueroa.
¿Por qué se produce el desprendimiento de retina?
"Como consecuencia del impacto, el ojo se deforma bruscamente, lo que genera una o varias roturas en la retina. A través de esas rasgaduras o grietas de la membrana pasa cierta cantidad de líquido que hay dentro del ojo, lo que provoca, a su vez, que la retina se desprenda de las capas exteriores del globo ocular; una serie de envolturas que sustentan el vigor y la fortaleza de la retina", explica.
La zona de retina desprendida ocasiona pérdida de visión.
"Después del golpe que ha provocado el desprendimiento de retina, el accidentado comienza a ver una especie de maraña de hilos borrosos o una zona del campo de visión con una sombra permanente. Además, se agrava por la inflamación ocular y el sangrado intraocular tras la colisión", expone.
El tratamiento del desprendimiento de retina comienza en la consulta del retinólogo.
"El oftalmólogo especialista examinará toda la retina, la porción central y la periférica, donde suele estar el desgarro. Si la persona ha acudido con prontitud y el tipo de rotura lo permite, la herida se puede tratar con láser para formar cicatrices a su alrededor e impedir que llegue a formarse un desprendimiento de retina", advierte.
"Si no se acude con urgencia al retinólogo después del impacto, o el traumatismo es muy notable, lo más seguro es que sea inevitable que se llegue a un desprendimiento -aclara-. En estos casos el tratamiento curativo de la retina se llevará a cabo con microcirugía".
En la Clínica Vissum utilizan la Vitrectomía Microincisional, una técnica quirúrgica con la que se extra el humor vítreo, una especie de gelatina que rellena la cavidad ocular.
"Con la ayuda de un microscopio realizamos tres incisiones en el globo ocular de un tamaño inferior a un milímetro. A través de estos cortes, casi invisibles, accedemos con equipamiento quirúrgico proporcionado -normalmente de 23 o 25 gauges- (luz de fibra óptica, láseres y vitrectomo -instrumento para aspirar y cortar). Una vez dentro, recolocamos en su sitio la retina desprendida y formamos una cicatriz a su alrededor para impedir un nuevo desprendimiento", indica.
Después de la intervención se fija la posición de la retina reparada con una solución líquida o gaseosa, que dependerá de la gravedad de la patología y de la decisión del cirujano.
"Necesitamos que la zona restañada mantenga su posición el tiempo imprescindible para que esas cicatrices se fijen sólidamente a las capas exteriores. Usamos dos tipos de productos que taponan la zona curada: o bien un gas endoocular o bien un aceite de silicona -polímero incoloro e inodoro-", detalla.
Con ambos taponadores el paciente tendrá una recuperación satisfactoria, aunque requerirá alguna molestia postural, tendrá que mantener la cabeza hacia abajo alrededor de una semana, y, en el caso del gas, no viajar en avión o subir a niveles superiores a los 800 metros de altitud.
"El gas suele reabsorberse semanas o meses después de la operación. Desaparecerá del ojo. Por el contrario, el aceite de silicona requiere otra intervención para su extracción meses más tarde de la microcirugía ocular", puntualiza.
La doctora Marta Figueroa, también presidenta de la Fundación RetinaPlus, e investigadora principal del Instituto Ramón y Cajal de Investigación Sanitaria (IRYCIS) de Madrid, finaliza su vídeoblog destacando que lo más importante, en cualquier caso, es la prevención de los accidentes que ocasionan este tipo de desprendimientos de retina.
"La prevención es tan fácil como usar gafas, incluso graduadas, en cualquier actividad deportiva con riesgo de impacto, como en el pádel, el tenis o el béisbol, y en todos aquellos trabajos en los que se usen herramientas o maquinaria. La salud de los ojos es sinónimo de una gran calidad de vida", concluye.
MÁS VÍDEOS Y REPORTAJES: http://www.efesalud.com/
"Una de las consecuencias más graves de un traumatismo en un ojo es el desprendimiento de retina, la membrana interior que recubre el globo ocular, imprescindible para la visión humana. El desprendimiento de retina más común sobreviene después de un accidente laboral o de tráfico, aunque en los últimos años destacan los que se ocasionan durante la práctica deportiva de jóvenes y adultos, especialmente en el pádel", señala la doctora Figueroa.
¿Por qué se produce el desprendimiento de retina?
"Como consecuencia del impacto, el ojo se deforma bruscamente, lo que genera una o varias roturas en la retina. A través de esas rasgaduras o grietas de la membrana pasa cierta cantidad de líquido que hay dentro del ojo, lo que provoca, a su vez, que la retina se desprenda de las capas exteriores del globo ocular; una serie de envolturas que sustentan el vigor y la fortaleza de la retina", explica.
La zona de retina desprendida ocasiona pérdida de visión.
"Después del golpe que ha provocado el desprendimiento de retina, el accidentado comienza a ver una especie de maraña de hilos borrosos o una zona del campo de visión con una sombra permanente. Además, se agrava por la inflamación ocular y el sangrado intraocular tras la colisión", expone.
El tratamiento del desprendimiento de retina comienza en la consulta del retinólogo.
"El oftalmólogo especialista examinará toda la retina, la porción central y la periférica, donde suele estar el desgarro. Si la persona ha acudido con prontitud y el tipo de rotura lo permite, la herida se puede tratar con láser para formar cicatrices a su alrededor e impedir que llegue a formarse un desprendimiento de retina", advierte.
"Si no se acude con urgencia al retinólogo después del impacto, o el traumatismo es muy notable, lo más seguro es que sea inevitable que se llegue a un desprendimiento -aclara-. En estos casos el tratamiento curativo de la retina se llevará a cabo con microcirugía".
En la Clínica Vissum utilizan la Vitrectomía Microincisional, una técnica quirúrgica con la que se extra el humor vítreo, una especie de gelatina que rellena la cavidad ocular.
"Con la ayuda de un microscopio realizamos tres incisiones en el globo ocular de un tamaño inferior a un milímetro. A través de estos cortes, casi invisibles, accedemos con equipamiento quirúrgico proporcionado -normalmente de 23 o 25 gauges- (luz de fibra óptica, láseres y vitrectomo -instrumento para aspirar y cortar). Una vez dentro, recolocamos en su sitio la retina desprendida y formamos una cicatriz a su alrededor para impedir un nuevo desprendimiento", indica.
Después de la intervención se fija la posición de la retina reparada con una solución líquida o gaseosa, que dependerá de la gravedad de la patología y de la decisión del cirujano.
"Necesitamos que la zona restañada mantenga su posición el tiempo imprescindible para que esas cicatrices se fijen sólidamente a las capas exteriores. Usamos dos tipos de productos que taponan la zona curada: o bien un gas endoocular o bien un aceite de silicona -polímero incoloro e inodoro-", detalla.
Con ambos taponadores el paciente tendrá una recuperación satisfactoria, aunque requerirá alguna molestia postural, tendrá que mantener la cabeza hacia abajo alrededor de una semana, y, en el caso del gas, no viajar en avión o subir a niveles superiores a los 800 metros de altitud.
"El gas suele reabsorberse semanas o meses después de la operación. Desaparecerá del ojo. Por el contrario, el aceite de silicona requiere otra intervención para su extracción meses más tarde de la microcirugía ocular", puntualiza.
La doctora Marta Figueroa, también presidenta de la Fundación RetinaPlus, e investigadora principal del Instituto Ramón y Cajal de Investigación Sanitaria (IRYCIS) de Madrid, finaliza su vídeoblog destacando que lo más importante, en cualquier caso, es la prevención de los accidentes que ocasionan este tipo de desprendimientos de retina.
"La prevención es tan fácil como usar gafas, incluso graduadas, en cualquier actividad deportiva con riesgo de impacto, como en el pádel, el tenis o el béisbol, y en todos aquellos trabajos en los que se usen herramientas o maquinaria. La salud de los ojos es sinónimo de una gran calidad de vida", concluye.
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