China lanza el primer satélite dee comunicaciones cuántico de la historia, con el objetivo de desarrollar un sistema de encriptación inviolable. Estados Unidos, Europa o Japón ya han experimentado sobre esta tecnología sobre tierra, pero el proyecto chino es más ambicioso porque pretende ampliar su alcance.
El satélite llamado Mozi se lanzó la madrugada del lunes desde el desierto del Gobi, en el noroeste de China.
“Estos experimentos probarán las posibilidades de la tecnología cuántica en el espacio e intentarán responder a las perplejidades de Einstein de hace cien años”, explicó el presidente de la Academia de Ciencias China, Bai Chunli.
Las comunicaciones cuánticas funcionan a partir de fotones, unas partículas subatómicas, y sus claves de encriptado son imposibles de interceptar. Cuando es el caso, se autodestruyen. El récord de experimentación en tierra es de trescientos kilómetros y el satélite pretende alargarlas a 2.500.
“Felicito a todo el mundo por el hito de lanzar el primer satélite cuántico y ayudarnos a desarrollar nuevas tecnologías”, declaró el jefe del Instituto de Física Atómica y Subatómica de la universidad de Tecnología de Viena que participa en el proyecto, Jorg Schmiedmayer. “Nuestra sociedad se basa en estos nuevos desarrollos y necesitamos que todo el mundo nos ayude en la tarea”.
El otro futurista aspecto del proyecto es la teleportación: la posibilidad de desplazarse sin movimiento a otra parte del universo. Los científicos chinos que trabajan con el satélite aseguran que su uso tiene carácter civil. Pero hay otros que advierten de su potencial militar.
El satélite llamado Mozi se lanzó la madrugada del lunes desde el desierto del Gobi, en el noroeste de China.
“Estos experimentos probarán las posibilidades de la tecnología cuántica en el espacio e intentarán responder a las perplejidades de Einstein de hace cien años”, explicó el presidente de la Academia de Ciencias China, Bai Chunli.
Las comunicaciones cuánticas funcionan a partir de fotones, unas partículas subatómicas, y sus claves de encriptado son imposibles de interceptar. Cuando es el caso, se autodestruyen. El récord de experimentación en tierra es de trescientos kilómetros y el satélite pretende alargarlas a 2.500.
“Felicito a todo el mundo por el hito de lanzar el primer satélite cuántico y ayudarnos a desarrollar nuevas tecnologías”, declaró el jefe del Instituto de Física Atómica y Subatómica de la universidad de Tecnología de Viena que participa en el proyecto, Jorg Schmiedmayer. “Nuestra sociedad se basa en estos nuevos desarrollos y necesitamos que todo el mundo nos ayude en la tarea”.
El otro futurista aspecto del proyecto es la teleportación: la posibilidad de desplazarse sin movimiento a otra parte del universo. Los científicos chinos que trabajan con el satélite aseguran que su uso tiene carácter civil. Pero hay otros que advierten de su potencial militar.
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