Harry Houdini fue uno de los mayores ilusionistas y escapistas de la historia. Nació en Budapest a finales del siglo XIX y falleció hace 90 años en Estados Unidos.
La Casa de Houdini en la capital húngara es el único lugar en Europa el que se conserva su memoria. El cofundador del museo, David Merlini, colecciona objetos relacionados con el ilusionista más conocido como “El Rey de las esposas”.
“En la subasta en la que compré estas esposas, por ejemplo, había mucha gente interesada en sus objetos, gente dispuesta a pagar mucho dinero. El impacto de su carrera tanto en el mundo de la magia como en el de la cultura, en general, es increíble”, explica Merlini.
Su familia emigró a Estados Unidos cuando el pequeño Erik Weisz, que era su verdadero nombre, tenía apenas cuatro años. En la adolescencia viajó desde Wisconsin a Nueva York donde se puso a trabajar en una fábrica. Fue en la ciudad de los rascacielos donde leyó la autobiografía del ilusionista francés Jean Eugène Robert-Houdin, el padre de la magia moderna. Desde entonces Erik Weisz pasó a llamarse Houdini.
En el museo también pueden verse imágenes de la miniserie que en 2014 rodó en Budapest el canal Historia. El actor estadounidense de origen húngaro Adrien Brody, fue el protagonista.
“Todo el mundo tiene un poco de Houdini en el fondo del alma. A todo el mundo le gustaría escapar de determinadas situaciones. Algunas personas son valientes y lo hacen pero muchas otras no. La historia de Houdini es la de una hombre humilde que consiguió conquistar el mundo. Es una historia que inspira todavía hoy a mucha gente”, asegura Merlini.
Además de la exposición permanente los visitantes de la Casa de Houdini en Budapest podrán asistir a espectáculos de magia en directo.
La Casa de Houdini en la capital húngara es el único lugar en Europa el que se conserva su memoria. El cofundador del museo, David Merlini, colecciona objetos relacionados con el ilusionista más conocido como “El Rey de las esposas”.
“En la subasta en la que compré estas esposas, por ejemplo, había mucha gente interesada en sus objetos, gente dispuesta a pagar mucho dinero. El impacto de su carrera tanto en el mundo de la magia como en el de la cultura, en general, es increíble”, explica Merlini.
Su familia emigró a Estados Unidos cuando el pequeño Erik Weisz, que era su verdadero nombre, tenía apenas cuatro años. En la adolescencia viajó desde Wisconsin a Nueva York donde se puso a trabajar en una fábrica. Fue en la ciudad de los rascacielos donde leyó la autobiografía del ilusionista francés Jean Eugène Robert-Houdin, el padre de la magia moderna. Desde entonces Erik Weisz pasó a llamarse Houdini.
En el museo también pueden verse imágenes de la miniserie que en 2014 rodó en Budapest el canal Historia. El actor estadounidense de origen húngaro Adrien Brody, fue el protagonista.
“Todo el mundo tiene un poco de Houdini en el fondo del alma. A todo el mundo le gustaría escapar de determinadas situaciones. Algunas personas son valientes y lo hacen pero muchas otras no. La historia de Houdini es la de una hombre humilde que consiguió conquistar el mundo. Es una historia que inspira todavía hoy a mucha gente”, asegura Merlini.
Además de la exposición permanente los visitantes de la Casa de Houdini en Budapest podrán asistir a espectáculos de magia en directo.
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