Duelo sereno en La Habana por la muerte de Castro
- hace 8 años
Las banderas no estaban todavía a media asta, cuando la noticia de la muerte de Fidel Castro comenzó a extenderse anoche por el Malecón de La Habana.
Al principio la gente que reaccionó con incredulidad, ya que ha habido muchos rumores sobre la salud del padre de la Revolución cubana en los últimos años. Después, la asumió con calma.
- “La muerte del comandante me ha sorprendido, no me lo puedo creer, es un hombre muy poderoso, muy fuerte. No me lo puedo creer”, decía Diaro Mora, estudiante.
- “Es un proceso normal de la vida. Es una noticia que nadie está preparado para recibir y menos la noticia de la muerte del comandante”, añadía una mujer.
- “Estoy un poco apenado”, comentaba un joven. “Era una figura pública que todo el mundo amaba y respetaba”.
En Vivo: La Habana luce en calma durante la madrugada de este sábado tras la muerte de Fidel Castro https://t.co/9TLckAiPc8 pic.twitter.com/CFK9eC15sh— FOROtv (@Foro_TV) 26 de noviembre de 2016
Poco a poco, los cubanos van enterándose de la muerte de Castro. La serenidad con la que La Habana recibió la noticia, contrasta con la explosión de alegría mostrada por el exilio anticastrista en Miami.
Al principio la gente que reaccionó con incredulidad, ya que ha habido muchos rumores sobre la salud del padre de la Revolución cubana en los últimos años. Después, la asumió con calma.
- “La muerte del comandante me ha sorprendido, no me lo puedo creer, es un hombre muy poderoso, muy fuerte. No me lo puedo creer”, decía Diaro Mora, estudiante.
- “Es un proceso normal de la vida. Es una noticia que nadie está preparado para recibir y menos la noticia de la muerte del comandante”, añadía una mujer.
- “Estoy un poco apenado”, comentaba un joven. “Era una figura pública que todo el mundo amaba y respetaba”.
En Vivo: La Habana luce en calma durante la madrugada de este sábado tras la muerte de Fidel Castro https://t.co/9TLckAiPc8 pic.twitter.com/CFK9eC15sh— FOROtv (@Foro_TV) 26 de noviembre de 2016
Poco a poco, los cubanos van enterándose de la muerte de Castro. La serenidad con la que La Habana recibió la noticia, contrasta con la explosión de alegría mostrada por el exilio anticastrista en Miami.