• hace 7 años
En la película de 1956 los malos son aliens-comunistas, que traen un nuevo orden mundial, sin sentimientos, sin dolor, sin amor, ambición o fe, sin preocupaciones, donde todos serán iguales. En 2007 los ideales presentados están totalmente invertidos, los valores que antes eran buenos ahora son malos, el mal lo representa el ser humano pero sobre todo, el hombre occidental identificado aquí con los estadounidenses, con sus ambiciones, sus preocupaciones, su fe y su política exterior. La escena comienza con una empoderada Nickole Kidman que deja en ridículo a un embajador con cuatro citas diletantes, con el aplauso de los demás comensales, Daniel Craig quedaba en la película como un mindundi por cierto. En 1956 el hombre era el héroe, ahora no es nadie. Kidman empieza diciendo que ya no hay verdades, no hay valores, habla de que hemos "evolucionado" porque ahora existen "feministas posmodernas" como ella, confundiendo "evolucionar" con el "avance del progresismo y el relativismo que nos convierte en una masa de seres homogéneos y aborregados". El marxismo cultural en definitiva, de cuyos peligros nos advertía el film clásico.