La descriminalización de ciertos tipos de violencia doméstica, más cerca en Rusia
- hace 7 años
La Duma rusa ha aprobado la ley que descriminaliza ciertos tipos de violencia doméstica. El texto aún debe recibir el visto bueno del Consejo de la Federación, la cámara alta, y ser firmado por el presidente Vladimir Putin, quien ha mostrado su beneplácito. Según lo estipulado, no se consideraría un acto criminal golpear a familiares si no hay daños físicos visibles y no es de forma reiterada.
Además, los tribunales no actuarían de oficio, sino que la víctima debería reunir pruebas antes de denunciar. Se teme que la complicación del proceso haga que en muchos casos las víctimas desistan a la hora de denunciar por miedo a represalias.
Angelika, mujer maltratada que vivió con su marido 12 años antes de ir a un centro de acogida, nos cuenta su testimonio: “Mi marido intentó colgarme, intentó apuñalarme con un cuchillo, me daba patadas, me rompió el labio y las costillas. Intenté ir a la policía en varias ocasiones, pero no hicieron nada. Iba a la comisaría, rellenaba el documento de la denuncia, se lo daba, y después tenía que volver a casa con mi marido”.
Veronika, quien estuvo un año en una relación abusiva, también optó por abandonar a su pareja: “Fue a la policía y puse una denuncia, diciendo lo ocurrido. Mi marido me quitó mi pasaporte y me quería dejar encerrado en nuestra casa. Tenía la impresión de que quería quitarme a nuestro hijo, así que huí”.
La ley se aplicaría no solo en las agresiones de un marido a su mujer, sino también en casos de en los que los padres golpeen a sus hijos. Según algunas fuentes, una mujer muere cada 40 minutos en Rusia víctima de la violencia de género.
Además, los tribunales no actuarían de oficio, sino que la víctima debería reunir pruebas antes de denunciar. Se teme que la complicación del proceso haga que en muchos casos las víctimas desistan a la hora de denunciar por miedo a represalias.
Angelika, mujer maltratada que vivió con su marido 12 años antes de ir a un centro de acogida, nos cuenta su testimonio: “Mi marido intentó colgarme, intentó apuñalarme con un cuchillo, me daba patadas, me rompió el labio y las costillas. Intenté ir a la policía en varias ocasiones, pero no hicieron nada. Iba a la comisaría, rellenaba el documento de la denuncia, se lo daba, y después tenía que volver a casa con mi marido”.
Veronika, quien estuvo un año en una relación abusiva, también optó por abandonar a su pareja: “Fue a la policía y puse una denuncia, diciendo lo ocurrido. Mi marido me quitó mi pasaporte y me quería dejar encerrado en nuestra casa. Tenía la impresión de que quería quitarme a nuestro hijo, así que huí”.
La ley se aplicaría no solo en las agresiones de un marido a su mujer, sino también en casos de en los que los padres golpeen a sus hijos. Según algunas fuentes, una mujer muere cada 40 minutos en Rusia víctima de la violencia de género.