El pueblo de Loma Linda, en California, Estados Unidos, se encuentra en un paisaje urbano de restaurantes de comida rápida y pequeños comercios. Pero este lugar tiene un envidiable récord de habitantes que viven hasta edades muy avanzadas y sin enfermedades crónicas.
Diversos estudios han mostrado que los habitantes de este pueblo viven hasta 10 años más que la mayoría de los estadounidenses, y gozan de mejor salud en la vejez.
La razón de esta extraordinaria longevidad podría residir en su fe. Alrededor de la mitad de los 24.000 habitantes del pueblo son miembros de la Iglesia Adventista del Séptimo Día. Se trata de una comunidad cristiana evangélica que sigue unas reglas estrictas de alimentación, ejercicio y descanso. "Los datos son claros, han sido publicados y revisados", dice Wayne Dysinger, director del departamento de Medicina Preventiva en la Escuela de Medicina de la Universidad de Loma Linda. Loma Linda está unos 100 kilómetros al este de Los Ángeles.
A principios del siglo XX, los fundadores de la Iglesia Adventista del Séptimo Día adquirieron propiedades en la zona. Ellen White, una mujer diminuta de poderosa personalidad, fue una prolífica autora e inspiró las enseñanzas de esta iglesia en materia de dieta, ejercicio y estilo de vida. White decía que sus creencias se basaban en experiencias visionarias, sueños y conversaciones con Dios. Los adventistas creen que su longevidad está vinculada con el respeto al cuerpo humano como templo del espíritu sagrado. La forma de vida adventista incluye una dieta vegetariana en su mayor parte, ejercicio físico frecuente y un compromiso de celebrar el Sabbath como día de descanso.
Mortalidad Un largo estudio empezado en 1976 y llevado a cabo con 34.000 personas concluyó que las costumbres adventistas aumentan los años de vida con respecto a la media. Los investigadores encontraron "sorprendentes" efectos protectores de la dieta vegetariana. "Cuando observamos los patrones de mortalidad, parece que los adventistas mueren por las mismas enfermedades pero en una edad mucho más avanzada", explica Larry Beeson, profesor de Epidemiología en la Universidad de Loma Linda.
Diversos estudios han mostrado que los habitantes de este pueblo viven hasta 10 años más que la mayoría de los estadounidenses, y gozan de mejor salud en la vejez.
La razón de esta extraordinaria longevidad podría residir en su fe. Alrededor de la mitad de los 24.000 habitantes del pueblo son miembros de la Iglesia Adventista del Séptimo Día. Se trata de una comunidad cristiana evangélica que sigue unas reglas estrictas de alimentación, ejercicio y descanso. "Los datos son claros, han sido publicados y revisados", dice Wayne Dysinger, director del departamento de Medicina Preventiva en la Escuela de Medicina de la Universidad de Loma Linda. Loma Linda está unos 100 kilómetros al este de Los Ángeles.
A principios del siglo XX, los fundadores de la Iglesia Adventista del Séptimo Día adquirieron propiedades en la zona. Ellen White, una mujer diminuta de poderosa personalidad, fue una prolífica autora e inspiró las enseñanzas de esta iglesia en materia de dieta, ejercicio y estilo de vida. White decía que sus creencias se basaban en experiencias visionarias, sueños y conversaciones con Dios. Los adventistas creen que su longevidad está vinculada con el respeto al cuerpo humano como templo del espíritu sagrado. La forma de vida adventista incluye una dieta vegetariana en su mayor parte, ejercicio físico frecuente y un compromiso de celebrar el Sabbath como día de descanso.
Mortalidad Un largo estudio empezado en 1976 y llevado a cabo con 34.000 personas concluyó que las costumbres adventistas aumentan los años de vida con respecto a la media. Los investigadores encontraron "sorprendentes" efectos protectores de la dieta vegetariana. "Cuando observamos los patrones de mortalidad, parece que los adventistas mueren por las mismas enfermedades pero en una edad mucho más avanzada", explica Larry Beeson, profesor de Epidemiología en la Universidad de Loma Linda.
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