• hace 7 años
Hacia fines del siglo XVI y comienzos del XVII,
la Santísima Virgen de El Buen Suceso
previó, en sucesivas apariciones a la Abadesa
del Monasterio de la Limpia Concepción de Quito,
Venerable Madre Mariana de Jesús Torres,
las catástrofes espirituales y materiales que deberían acontecer en el siglo XX.


El virtuoso escultor Francisco de la Cruz del Castillo estaba atónito. Llegó para dar los últimos retoques a la imagen en la que venía trabajando y la encontró transformada y embellecida en todos sus detalles.

“¡Madres, madres, esta imagen no es obra mía, sino angélica!”, exclamó tomado de un temor reverencial.

La madre Mariana conocía la verdad. La imagen de la Virgen del Buen Suceso, que el hábil artista confeccionaba, había sido terminada milagrosamente por ángeles, cuyos cánticos fueron oídos por toda la comunidad...

No era la primera vez que Mariana Francisca de Jesús Torres y Berriochoa (1563-1635), una de las siete españolas fundadoras del Real Monasterio de la Limpia Concepción de Quito (1577), se deparaba con un hecho sorprendente.

Su vida, desde los 13 años de edad, era un continuo contacto con lo sobrenatural. Las apariciones de Nuestro Señor, de su Santa Madre, de santos y de demonios, le eran frecuentes.
Nuestra Señora.


Nuestra Señora profetiza acerca de los siglos XIX y XX

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