Es prácticamente imposible de apreciar a simple vista pero los precios de los billetes de avión siguen un patrón de comportamiento. Es decir, los precios fluctúan en función de múltiples factores que escapan al ojo humano, pero no al gran cerebro de Google. El gigante californiano ha anunciado a bombo y platillo una actualización de calado de Google Flights, su buscador de vuelos. Esta sofisticada herramienta incorpora ahora un algoritmo que tiene en cuenta el histórico de precios de las rutas, de manera que nos alerta cuando el precio de un trayecto dado va a subir, y en consecuencia, cuándo es mejor reservar ese viaje. El funcionamiento de la herramienta no puede ser más sencillo: el usuario introduce el aeropuerto de origen y destino, la fecha del viaje, y pulsa “intro” para activar toda la maquinaria del ‘big data’ de Google. El motor de búsqueda comienza a analizar el histórico de precios de esa ruta y si activamos la notificación de la variación de precios, Google nos avisará cuando esté previsto que suban a partir de un precio mínimo. Con este dato, el propio usuario puede tomar la decisión de compra en base a datos contrastados y asegurarse que consigue la tarifa más económica posible.
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