• hace 7 años
Los vecinos de Amer, municipio de Girona y pueblo natal de Carles Puigdemont, están preocupados por el futuro del expresidente catalán después de que la Fiscalía General le acusara de rebelión, sedición y malversación de fondos, delitos por los que se podría enfrentar a hasta treinta años de prisión.

Albert Plana, de 82 años, exalcalde de Amer (2013-2015):

“Estamos un poco inquietos. Veremos cómo acaba todo esto. Esperemos que acabe bien, claro, porque conocemos a Carles y confiamos totalmente en él porque sabemos que nos llevará por el buen camino, como hasta ahora. Y lo más importante, esperamos que esto no acabe mal para él.”

Josep del Olmo Baranera, de 78 años, librero jubilado y expropietario de la librería donde Puigdemont compraba sus libros.

“Puigdemont es un tipo muy normal, muy inteligente; además habla muchas lenguas. Parece que no sabe lo que dice pero sí que lo sabe, lo que se toma su tiempo para reflexionar porque sabe cómo se tiene que comportar con el Gobierno de España. Y ahora con la aplicación del artículo 155, él sabe que no se puede implementar legalmente, aunque lo están haciendo.”

Carles Puigdemont afirmó este martes en Bruselas que el Gobierno catalán continuará trabajando desde Bélgica porque, según él, no hay garantías para volver a Cataluña.

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