• hace 6 años
Para recuperar su memoria hay que remover las cenizas de los últimos rescoldos de la historia más oscura del siglo XVI. Magdalena de la Cruz fue una monja a quien, desde muy pequeñita, comienzan a surgir cosas anómalas a su alrededor. Sus padres decidieron encerrarla en el convento cordobés de Santa Isabel de los Ángeles. Fue entonces cuando empezó a protagonizar todo tipo de fenómenos místicos que acabaron por encumbrarla como la religiosa más admirada del convento. Profecías, supuestos encuentros y visiones de la Virgen… ¿Qué había de cierto? ¿Era real o no eran más que producto de la imaginación de Magdalena de la Cruz para codearse con el mismísimo demonio?

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