La prueba de Romberg fue desarrollada por el médico alemán Moritz H. Romberg (1795-1873) para evaluar el control del equilibrio o coordinación estática.
La prueba está basada en la premisa que al menos dos de los tres sentidos - propiocepción (feedback recibido de los músculos, tendones y articulaciones sobre la posición del cuerpo), función vestibular (necesaria para conocer la posición de nuestra cabeza en el espacio) y visión (la cual puede ser usada para hacer ajustes a la posición del cuerpo) - son necesarias para mantener el equilibrio en ortostatismo (parado). El cerebro puede obtener suficiente información para mantener el equilibrio si dos de los tres sistemas están intactos.
La prueba de Romberg proporciona un indicador de la pérdida del sentido de la posición si el paciente pierde el equilibrio cuando está parado, con los pies juntos y los ojos cerrados.
Si existe una afectación cerebelosa, la persona presentará dificultades para mantener esta posición, tanto con los ojos abiertos como con los ojos cerrados.
A partir de los 4 años de edad, un niño debe ser capaz de mantenerse en esta posición al menos durante 8 segundos sin perder el equilibrio y a partir de los 10 años debe permanecer 10 segundos y un adulto debe ser capaz de mantener la posición por 30 segundos. El paciente tiene oportunidad de dos intentos para completar el tiempo requerido.
La primera parte de la prueba se lleva a cabo con los ojos abiertos para demostrar que al menos dos de las tres vías sensoriales tienen un correcto funcionamiento. Después de esto, se le pide al paciente que cierre los ojos. Si las vías propioceptiva y vestibular están intactas y funcionamiento bien, el paciente mantendrá el equilibrio. Si la propiocepción y el vestíbulo están dañados el paciente se balanceará y caerá.
La prueba está basada en la premisa que al menos dos de los tres sentidos - propiocepción (feedback recibido de los músculos, tendones y articulaciones sobre la posición del cuerpo), función vestibular (necesaria para conocer la posición de nuestra cabeza en el espacio) y visión (la cual puede ser usada para hacer ajustes a la posición del cuerpo) - son necesarias para mantener el equilibrio en ortostatismo (parado). El cerebro puede obtener suficiente información para mantener el equilibrio si dos de los tres sistemas están intactos.
La prueba de Romberg proporciona un indicador de la pérdida del sentido de la posición si el paciente pierde el equilibrio cuando está parado, con los pies juntos y los ojos cerrados.
Si existe una afectación cerebelosa, la persona presentará dificultades para mantener esta posición, tanto con los ojos abiertos como con los ojos cerrados.
A partir de los 4 años de edad, un niño debe ser capaz de mantenerse en esta posición al menos durante 8 segundos sin perder el equilibrio y a partir de los 10 años debe permanecer 10 segundos y un adulto debe ser capaz de mantener la posición por 30 segundos. El paciente tiene oportunidad de dos intentos para completar el tiempo requerido.
La primera parte de la prueba se lleva a cabo con los ojos abiertos para demostrar que al menos dos de las tres vías sensoriales tienen un correcto funcionamiento. Después de esto, se le pide al paciente que cierre los ojos. Si las vías propioceptiva y vestibular están intactas y funcionamiento bien, el paciente mantendrá el equilibrio. Si la propiocepción y el vestíbulo están dañados el paciente se balanceará y caerá.
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