• hace 6 años
Dolby ha forjado su prestigio consiguiendo que el espectador viva una experiencia inmersiva en la acción mediante el sonido. Esta faceta se le quedó corta hace años apostando fuerte por conseguir una experiencia de inmersión total en la que imagen proporcionada por Dolby Vision y sonido envolvente de Dolby Atmos debían ir de la mano.
De ese planteamiento nació Dolby Visión, uno de los estándares HDR más extendidos por ser uno de los preferidos por los creadores de contenidos y la industria cinematográfica de Hollywood.
Este formato HDR es uno de los que mejor calidad ofrece, pero eso tiene un coste tanto a nivel de hardware, como al licenciar la tecnología.

Una de las especificaciones técnicas que este formato exige a los televisores es que el panel soporte una profundidad de color de 12 bits. Esto de entrada deja fuera de un plumazo a la mayoría del mercado de televisores que usan un panel de 8 o 10 bits, dejando solo los televisores de mejor calidad.

Gracias a esta profundidad de color se consigue una mayor precisión en la colorimetría pudiendo mostrar una gama de tonos más extensa. Además, el aumento en la calidad de los paneles permite sacar todo el partido a la luminosidad que, en el estándar de Dolby Vision se sitúa en unos impresionantes 10.000 nits.

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