• hace 5 años
Cualquier rescate es difícil, pero el de un joven con sobrepeso, problemas cardíacos y que vive en el tercer piso, puede resultar imposible. Así que los paramédicos resolverán bajarlo por el balcón, sólo que el paciente tiene otro factor que complica el descenso: le dan miedo las alturas. Mientras, el otro equipo asistirá a una mujer de mediana edad, quien al haber sido abandonada por su marido y sustituida por una chica joven, acude a una clínica clandestina buscando la felicidad y la belleza de antaño: inyecciones en los glúteos, el busto, el mentón, la frente y los labios, son la factura que su cuerpo ahora le cobra, pues la sustancia que le inyectaron fue silicón de camión.