El enoturismo, otra forma de veranear

  • hace 5 años
Un mar de viñedos nada más abrir las ventanas. Aquí no hay sombrillas, ni olas, ni arena pero si tranquilidad, silencio, naturaleza y mucho que aprender. En Requena, una localidad valenciana que basa su economía en el cultivo de la vid, un paseo por sus bodega sirve para activar los cinco sentidos mediante la degustación de sus caldos. Y todo ello enmarcado en un espacio natural sin parangón. Para muchos turistas, este viaje "enológico" supone "una experiencia nueva. Algo diferente que no se encuentra en otros lados" Aquí el verano discurre callado y es posible vivir experiencias inolvidables como éstas: degustar un crianza a la sombra de una encina centenaria, recorrer interminables campos de viñedo o apreder los secretos mejor guardados sobre los diferentes tipos de uva. Quienes pasen por Requena seguro que volverán a casa relajados y habiendo aprendido un poco más del apasionante mundo del vino.

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