Ramón Suárez, con tan sólo 80 horas de vuelo, tuvo que realizar un descenso forzoso en plena A-44 debido a una avería en su avioneta. El motor de la avioneta perdió potencia en medio vuelo y el conductor no se lo pensó dos veces y decidió aterrizar en mitad de la autovía. "Vi un hueco en la autovía, vi que no había peligro y me deje caer", explica Ramón. En el accidentado viaje le acompañaba su mujer; ella realizó la llamada de socorro. El aparato se quedó en el kilómetro 144, a la altura de la localidad de Padul, en Granada.
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