El sueño de Gaudí

  • hace 5 años
Acostumbrados a vivir junto a ella, para muchos catalanes la Sagrada Familia era esto: sus exteriores. Su otra cara, ésta, liberada de andamios, mística y espectacular como pocas, fue conocida por la mayoría cuando el Papa Benedicto XVI visitó  Barcelona. Ahora ambas caras se abren al público cada sábado de este mes...y una cara y otra forman un todo que para muchos, consolida a la Sagrada Familia  como el más bello monumento catalán. Quedarse con el exterior o el interior es otro dilema. Con capacidad para más de 5000 personas, en esta Basílica tan solo se ha oficiado una misa tras la visita del Santo Pontífice. Lo normal es que la liturgia se celebre  aquí, en la cripta, con una capacidad mucho más modesta, y para visitar esta maravilla de piedra y cristal, lugareños y turistas,  tengan que  pagar 12 euros. De todas maneras, se está en fase de experimentación, y rezos y flashes pueden convivir de otra manera en el futuro. Con la visita Benedicto XVI,  medio mundo vio  por primera vez, a través de la tele, la  materialización de lo que Gaudí soñó hasta el día de su muerte. Y desde entonces las visitas, sobre todo de catalanes, han subido a las alturas, y la Sagrada Familia ha inaugurado una nueva era.

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