Es el momento de la detención de Manuel González, conocido como el "loco del chándal". Está acusado de dos intentos de asesinato. Las víctimas son dos hermanas, de 60 años, del ex alcalde del PP, José Luis Vidal.
Uno, en mayo de 2016 y otro en marzo de este año. El loco del chandal arrojó gasolina y aceite en el interior de las casas donde vivían para acabar con sus vidas. Ambas tenían movilidad reducida.
Ya en 2013 cuando Manuel González salió de la cárcel, el entonces alcalde pidió que no volviera al pueblo tras conocer que a sus espaldas había 16 violaciones y un asesinato. Y fue justo dos años después, cuando recibió amenazas de muerte y hasta una brutal paliza por parte de dos de sus hermanos del ahora detenido.
El loco del chandal estaba condenado a más de 170 años de prisión. Pero en 2013...salió de la cárcel tras beneficiarse de la suspensión de la doctrina Parot.
Su modus operandi: atacar a sus víctimas con un cuchillo por la espalda vestido con un chándal. Le diagnosticaron parafilia sádica, es decir, disfrutrar viendo cómo sufren las mujeres. Entre rejas se negó a recibir tratamiento médico. Los forenses adviertieron que podía volver a delinquir tras su salida.
No es el único que sale de la cárcel antes de tiempo por la derogación de la Doctrina Parot. Lo mismo hicieron el violador de la paz, el del portal o el del estilete. Todos volvieron a delinquir.
Uno, en mayo de 2016 y otro en marzo de este año. El loco del chandal arrojó gasolina y aceite en el interior de las casas donde vivían para acabar con sus vidas. Ambas tenían movilidad reducida.
Ya en 2013 cuando Manuel González salió de la cárcel, el entonces alcalde pidió que no volviera al pueblo tras conocer que a sus espaldas había 16 violaciones y un asesinato. Y fue justo dos años después, cuando recibió amenazas de muerte y hasta una brutal paliza por parte de dos de sus hermanos del ahora detenido.
El loco del chandal estaba condenado a más de 170 años de prisión. Pero en 2013...salió de la cárcel tras beneficiarse de la suspensión de la doctrina Parot.
Su modus operandi: atacar a sus víctimas con un cuchillo por la espalda vestido con un chándal. Le diagnosticaron parafilia sádica, es decir, disfrutrar viendo cómo sufren las mujeres. Entre rejas se negó a recibir tratamiento médico. Los forenses adviertieron que podía volver a delinquir tras su salida.
No es el único que sale de la cárcel antes de tiempo por la derogación de la Doctrina Parot. Lo mismo hicieron el violador de la paz, el del portal o el del estilete. Todos volvieron a delinquir.
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