Nadie de la Generalitat le esperaba en Barcelona, pero Rajoy ha llegado a Cataluña con un plan de 4.200 millones de euros bajo el brazo. La mayoría para los trenes de cercanías, utilizados por casi medio millón de personas cada día. Ante un auditorio sin ni un sólo representante de la Generalitat, Rajoy ha pedido ayuda por dos veces a los empresarios que le escuchaban para que prevalezca el sentido común, "para ganar la batalla de la sensatez" ha dicho el presidente. Inversiones que el Gobierno catalán dice que ya se prometieron hace tiempo y nunca se cumplieron y que además no les harán cambiar sus planes de celebrar el referéndum.
-Redacción-
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