Es un sonido molesto y hace vibrar el coche. Es la sensación al circular sobre las nuevas bandas rugosas, recién instaladas por la DGT en un peligroso tramo de la A-375 entre Utrera (Sevilla) y Puerto Serrano (Cádiz). Allí se han producido 148 accidentes y 13 muertos en seis años, a pesar de la escasa circulación. Sólo pasan 2.300 vehículos al día. Hasta ahora las bandas rugosas sólo las veíamos en los laterales de las autovías. Ahora se pondrán en el centro de las secundarias para separar los dos carriles de la circulación. Puede parecer simple, pero evitan 3 de cada 10 choques frontales y 7 de cada 10 salidas de vía. Es la conclusión del Departamento de Transportes de Estados Unidos y de una universidad danesa. El ruido y la vibración desalientan a los obsesos del adelantamiento, despiertan a los más cansados y demuestran que para salvar vidas no siempre hay que multar.
-Redacción-
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