Nadie en su pueblo se explica el doble crimen del cazador
Nadie se explica en Vacarisas, en la provincia de Barcelona, cómo Ismael Rodríguez pudo hacerlo. Sus vecinos le definen como una buena persona. 28 años, con novia y sin antecedentes. Dicen que llevaba la caza en la venas. Sus fotos y un video en la redes sociales dan fe de que salir al campo con la escopeta en compañía de sus amigos era su mayor pasión. Pero este sábado Ismael se entregó a los mossos tras matar presuntamente a dos agentes rurales en un control rutinario en unos terrenos de Aspa, cerca de Lérida. Les disparó a la cabeza tres veces con su escopeta, el máximo de tiros que permite el arma sin tener que recargar.
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