Treintañeros y optimistas, los nuevos impulsores de la ciencia en Europa

  • hace 5 años
Braga (Portugal), 15 abr (EFE).- (Imagen: Carlos García) Lorena cruza a diario de España a Portugal para mejorar los tratamientos contra el cáncer, Isabel ultima los detalles de su proyecto para que los alimentos duren más y Vasco trata de erradicar la avispa asiática. Treintañeros y optimistas, son los nuevos impulsores de la ciencia en Europa.
Todos conviven en la primera planta del Laboratorio Ibérico Internacional de Nanotecnología (INL), un edificio levantado hace diez años en Braga, en el norte de Portugal, gracias a un acuerdo entre Madrid y Lisboa para impulsar la ciencia desde su nivel más ínfimo: el átomo.
Conviven, porque sería impreciso decir que solo trabajan con su equipo; sus averiguaciones son muchas veces compartidas con el laboratorio de al lado, que puede aprovecharlo mejor; nunca se sabe, comentan en la moderna sede, una semicircunferencia de enormes ventanales y espacios diáfanos en la que hay microscopios atómicos y guardería.
Una institución "única" porque, como explica a Efe el director del INL, Lars Montelius, "no hay otro sitio en el mundo que sea intergubernamental en el campo de la nanotecnología". Por eso, acaba de acoger la primera "cumbre" del European Research Council (ERC), que ha congregado a expertos de España y Portugal para debatir sobre el futuro de la ciencia.
    CRUZAR LA FRONTERA PARA INVESTIGAR   "Me llamo Lorena Diéguez y soy líder del grupo de investigación en dispositivos médicos". Nacida en Vigo, norte de España, y residente en Tuy, en la frontera con Portugal, trabaja en el INL desde hace cinco años. Ha pasado por Barcelona, donde se doctoró, y ha investigado en Zúrich y en Australia.
Una hora de coche diaria desde su casa al laboratorio, cuenta a Efe, no le parece ya nada.
"Para mí hacer una hora de trayecto no es gran cosa, cuando vivía en Barcelona tenía una hora de trayecto y vivía y trabajaba en la ciudad, así que para mí es un placer poder trabajar en un centro de investigación de estas características y vivir en Galicia", afirma.
En Braga, lidera un equipo que trabaja en dispositivos para el diagnóstico temprano de enfermedades que permita "dar un tratamiento personalizado a los pacientes".
La idea: a través de una muestra de sangre de un paciente con cáncer metastático, "obtener células tumorales que están en el torrente sanguíneo y analizarlas para dar información al oncólogo".
"Lo que hacemos es dar información al oncólogo para que el tratamiento que utilice con el paciente sea más efectivo", explica.
Diéguez elogia las instalaciones del INL, que "no tienen parangón" por lo nuevas que son y su especialización, un instituto pensado "por y para la nanotecnología" financiado por Estados miembros de la UE, partidas europeas para proyectos de investigación y finalmente aportes de la industria.
El otro plus es la guardería, una de las medidas que ayudan a la conciliación de una plantilla cuya edad media no llega a los 40 años.
"Nos facilita para cuando nos reincorporamos después de l

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