El presunto asesino, marroquí de 38 años, estaba en busca y captura desde que en la madrugada del domingo la policía encontró el cadáver de la mujer que era su pareja. Juana, española de 47 años, lo había denunciado al menos tres veces por malos tratos y tenía en vigor una orden de alejamiento, aunque habían reanudado la convivencia. Ella se lo ocultó a los servicios sociales y a la policía de Parla (Madrid), donde vivía, y que en la última evaluación de riesgo le mantuvo el nivel bajo. Fue el responsable del restaurante donde Juana trabajaba como cocinera quien, al no presentarse el día 1 y no contestar a los mensajes, denunció a la policía su desaparición. El presunto asesino tiene un historial con alrededor de 30 detenciones por intento de homicidio, violencia de género con otras parejas, lesiones y estancia irregular en España.
-Redacción-
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