Hoy era evidente el paso de la gota fría por Benicarló, en Castellón. Por las calles no se podía andar y algunos, de hecho, ni siquiera pudieron seguir conduciendo, dejando su coche entre el agua. Ahí donde no hay un precinto cortando una carretera ya se encarga el agua de marcar el límite. Las consecuencias de las borrascas se acumulan en las calles y en los garajes y, aunque hoy la alerta ha bajado a nivel naranja, a media mañana volvía la tormenta. En Alcocéber no basta con hablar de agua hasta las rodillas porque llega hasta la cintura. Las lluvias han dejado marca en las fachadas y en algunas casas no hay quien se atreva a abrir la puerta. Ni la previsión ha fallado ni las señales que advierten de zonas inundables. Por si fuera poco el barranco arrastra una corriente de barro que forma embudos en varios puntos impidiendo que el agua siga fluyendo. En Burriana, durante la noche, algunos vecinos fueron desalojados de manera preventiva y en Torreblanca se han acumulado casi doscientos litros por metro cuadrado. Allí es difícil encontrar a alguien caminando. Viendo el panorama normal que los vecinos no se atrevan a pisar la calle.
-Redacción-
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