Palafrugell (Girona), 13 jul (EFE).- El colombiano Maluma, icono internacional del trap que cuenta a sus fieles por legiones como confirman sus más de 44 millones de seguidores en instagram, encandiló al público de Cap Roig en la inauguración de este festival como pocos antes lo hicieron.
La cita, impulsada por la Fundación Bancaria La Caixa y CaixaBank con organización a cargo de Clipper's Live, escogió a este artista desde la seguridad de que protagonizaría el mejor arranque posible.
A Maluma se le vio salir también convencido de que el escenario de Cap Roig, esa joya rodeada de jardines entre el mar y el castillo que el coronel ruso Nicolai Woevodsky le construyó a la aristócrata rusa Dorothy Webster, le iba como un guante.
De entrada, declaración de intenciones con "Mala Mía" después de un vídeo de introducción para dejar claro que el colombiano iba a tirar la casa por la ventana.
Después, "Corazón" el tema en el que colaboró el brasileño Jhama, el "Vente pa'cá" publicado en 2016 a medias con Ricky Martin y, a modo de rampa de despegue, "Chantaje" de la también colombiana Shakira.
De todos modos, no había tema que el público, enfervorecido desde el comienzo del concierto, no se supiese y Cap Roig acabó en el estreno de su edición de 2019 convertido en gigantesca pista de baile.
Mientras, Maluma iba desgranando canciones y rodeándose de ese aura que le ha llevado a colaborar con grandes de la música, también últimamente con la estadounidense Madonna.
El colombiano ha mostrado tablas y nadie diría después de ver la actuación de Cap Roig que tiene apenas veinticinco años y que su carrera está todavía lejos de llegar a lo más alto.
El cantante se ha acostumbrado a recibir elogios, también críticas por sus letras y vídeos subidos de tono, y a ser reconocido con premios como el Grammy Latino que obtuvo por su álbum "F.A.M.E.".
Y para subir la intensidad, en este auditorio junto al Mediterráneo se ha rodeado de la iluminación que utiliza ante grandes aforos para provocar una catarsis colectiva que llegó, después de una serie de temas tocados en acústico que incluyeron el "Créeme" en que se juntó con Karol, con temas más reggaetoneros.
Todas las franjas de edad bailaban al ritmo de Maluma, que enlazaba coreografías desde el escenario acompañado de doce bailarinas.
El artista elogió la "intimidad" de un festival de aforo reducido, aunque aseguró que se sentía como si estuviese "ante 15 o 20.000 espectadores" y se declaró feliz por ser éste el penúltimo concierto de la gira europea y por ver cerca el regreso a casa.
Para acabar y después de deslumbrar al público con vídeos, efectos y cambios de vestuario, "Carnaval" y, en los bises, abrazo incluido del padre de Maluma a su hijo, "FelicesLos4", que cerró el primero de los veintiséis conciertos que acoge este verano Cap Roig.
El turno este sábado es para Nile Rodgers & Chic y, la semana siguiente, para un mito como el exPolice Sting en el arranque de un aluvión de artistas internacionales qu
La cita, impulsada por la Fundación Bancaria La Caixa y CaixaBank con organización a cargo de Clipper's Live, escogió a este artista desde la seguridad de que protagonizaría el mejor arranque posible.
A Maluma se le vio salir también convencido de que el escenario de Cap Roig, esa joya rodeada de jardines entre el mar y el castillo que el coronel ruso Nicolai Woevodsky le construyó a la aristócrata rusa Dorothy Webster, le iba como un guante.
De entrada, declaración de intenciones con "Mala Mía" después de un vídeo de introducción para dejar claro que el colombiano iba a tirar la casa por la ventana.
Después, "Corazón" el tema en el que colaboró el brasileño Jhama, el "Vente pa'cá" publicado en 2016 a medias con Ricky Martin y, a modo de rampa de despegue, "Chantaje" de la también colombiana Shakira.
De todos modos, no había tema que el público, enfervorecido desde el comienzo del concierto, no se supiese y Cap Roig acabó en el estreno de su edición de 2019 convertido en gigantesca pista de baile.
Mientras, Maluma iba desgranando canciones y rodeándose de ese aura que le ha llevado a colaborar con grandes de la música, también últimamente con la estadounidense Madonna.
El colombiano ha mostrado tablas y nadie diría después de ver la actuación de Cap Roig que tiene apenas veinticinco años y que su carrera está todavía lejos de llegar a lo más alto.
El cantante se ha acostumbrado a recibir elogios, también críticas por sus letras y vídeos subidos de tono, y a ser reconocido con premios como el Grammy Latino que obtuvo por su álbum "F.A.M.E.".
Y para subir la intensidad, en este auditorio junto al Mediterráneo se ha rodeado de la iluminación que utiliza ante grandes aforos para provocar una catarsis colectiva que llegó, después de una serie de temas tocados en acústico que incluyeron el "Créeme" en que se juntó con Karol, con temas más reggaetoneros.
Todas las franjas de edad bailaban al ritmo de Maluma, que enlazaba coreografías desde el escenario acompañado de doce bailarinas.
El artista elogió la "intimidad" de un festival de aforo reducido, aunque aseguró que se sentía como si estuviese "ante 15 o 20.000 espectadores" y se declaró feliz por ser éste el penúltimo concierto de la gira europea y por ver cerca el regreso a casa.
Para acabar y después de deslumbrar al público con vídeos, efectos y cambios de vestuario, "Carnaval" y, en los bises, abrazo incluido del padre de Maluma a su hijo, "FelicesLos4", que cerró el primero de los veintiséis conciertos que acoge este verano Cap Roig.
El turno este sábado es para Nile Rodgers & Chic y, la semana siguiente, para un mito como el exPolice Sting en el arranque de un aluvión de artistas internacionales qu
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