Pablo Migliore charla con Alexis Valido sobre las cosas que maduró estando preso. El arquero dijo momentos antes que estando en cana le habían caído las fichas de un montón de cosas. "Pablo, te quería preguntar por las fichas que te cayeron estando preso. ¿Cuáles fueron las más importantes?".\n\nCuenta el Loco Migliore: "La importancia que le das a un cable, a un alargue. Vos lo ves todo tan cotidiano y ahí decís 'Con un alargue soy feliz. Tener luz'. Vos tenés el teléfono y cuando querés hablás con doscientas personas. Yo tenía que esperar a las diez de la noche porque después de las diez hablás más barato. Cosas así. El hecho de comer comida. Comida de verdad. Si bien yo no era del palo, las cosas las vivía como las vivía cualquiera que se había mandado una recagada. Esas cosas valorás".\n\nSigue adelante Migliore: "A mi lo que más me dolía era estar lejos de mi familia. Estuve todo ese tiempo sin ver a mis hijos y a mi señora. Eso es lo que a mi me carburaba". @ElAlesi le pregunta qué lugar ocupaba el fútbol en prisión. Pablo Migliore le responde: "El único contacto que tenía era el teléfono y la televisión. Veía la tele. Me cayó la ficha cuando se lesionó Messi. Cuando pasó mi problema, la tele hablaba 24 horas sobre mi tema. Yo decía 'Ya se va a solucionar. El juez debe tener un poco de presión mediática'. Después se lesionó Messi y de mi no hablaba nadie. Y qué hago yo? Sigo acá. Ahí me cayó la ficha".\n\nAlexis Valido dice que fue muy raro el circo que hicieron el día que lo detuvieron en el Nuevo Gasómetro, el domingo 31 de marzo de 2013 después del San Lorenzo 0 versus Newell's 1. Pablo Migliore recuerda que fueron cuatro motos de la Policía Federal y un helicóptero. Dice que lo dejaron incomunicado y lo declararon culpable antes de declarar. Cuenta que no lo dejaron llegar al vestuario. Estaba con la ropa de concentración de San Lorenzo y así llegó al penal de Ezeiza. \n\nParece que en Ezeiza lo recibieron bien y se fue a dormir. Al otro día se levantó y se puso la misma ropa. Salió al patio a respirar aire fresco y se encontró con cuatro monos vestidos con pilcha de Huracán. No lo podía creer. "Me compro un dólar y baja el lunes", exclama Migliore riéndose. Se quería morir, todo vestido de San Lorenzo entre una banda de Huracán. Se dispuso a bancarse la que venga y los muchachos de Huracán le explicaron que ahí adentro las cosas eras diferentes: "Loco todo bien, mirá que acá es otro palo". Le dieron algo para hablar por teléfono y ahí entendió que una cosa es una cosa y otra cosa es otra cosa. Cierra el tema Migliore diciendo: "Yo entendí que no era del palo. Por más que me quieran llevar para ese lado yo sé que no soy del palo".
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