Nuestro conductor propone un ping-pong entre los sillonistas y el Beto Márcico en la entrevista del episodio número 36 de Arroban: "Tenemos un ping-pong acá que queremos hacer, sobre un tema muy específico que sabemos que es delicado pero muy importante en tu vida. Quiero que arranquemos con la pregunta de Alexis Valido". Ante semejante discurso, Márcico se prepara diciendo "Venga, venga, venga".\n\nAlexis dice "La Coca Zero" y el Beto Márcico responde "La mejor del mundo. Al que inventó la Coca Zero, un monumento. Ese hijo de puta es un monumento. ¿Será zero igual porque a mi me infla un poco? Ese hijo de puta". Elogia a la bebida con mucho énfasis pero no entiende por qué se infla si el gas se supone que se va en un rato. Alfre Montes le dice que su problema es que toma diez litros por día y el invitado se lo reconoce: "Ahí tenés razón". Genio. Ripoll le pregunta si es verdad que llegó a tomar ocho litros de Coca-Cola por día. Márcico dice que es cierto pero era Coca etiqueta roja, la que engorda como loco. Su esposa le compraba botellas y se venía cargando los ocho litros de Coca-Cola mientras estaba embarazada para que Márcico las tuviera frías cuando llegara a la casa. "Yo desayunaba con Coca-Cola. Siempre con una Coca-Cola, todo el día". \n\nSigue el ping-pong y le toca a Juan Claudio Castro: "La Coca Live. ¿La probaste? ¿Qué te parece?". Márcico dice que no la puede tomar, no la puede tocar y la declara intocable. "La Coca Zero es la mejor", insiste. Juan le avisa que cambiaron la fórmula, pero el invitado no lo cree y dice que no tocaron nada, quizás el envase.\n\nEl ping-pong nos lleva a Alfre Montes: "La Coca Light". Márcico dice que tampoco va y que el que se adaptó a la Zero no puede tomar otra cosa. Hablan del gusto metálico o a canela. Alfre acusa: "Para mi que soy un enfermo de la Coca-Cola vos sos un traidor a la patria. Por la Zero. Jugaste en Gimnasia y te pasaste a la Coca Zero". Márcico se ríe y le dice que pesaba 110 kilos y que por eso abandonó la Coca común y se pasó a la dietética. "Está bien, soy un traidor pero no me servís un carajo. ¡Poneme champaña!", le grita Márcico a Alfre Montes. Un genio.\n\nLlega el ping-pong a Ernestou: "La Coca Sarli". El Beto Márcico sale jugando y cuenta que se la cruzaba a la Coca en el restaurante de un amigo suyo en Palermo, al cual iba casi todos los días a comer: "Me la cruzaba ahí. La vi en películas y estuve algún tiempo excitado con ella". Juan Castro le pregunta si intentó "jugar un amistoso" ahí, pero Márcico dice que no, que para nada.
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