Hace unos días un querido amigo me hizo llegar una nota periodística fechada en Frankfurt, Alemania, así como la copia de la portada del poderoso diario norteamericano, The Washington Post del 12 de junio pasado donde la principal noticia se titulaba Migration´s Coffee Conection o la Conexión del café con la migración, un interesante reportaje de Kevin Sieff. Luego de leer detenidamente ambas informaciones me percate que los presidentes del Triángulo Norte de América Central tienen en sus manos una muy poderosa herramienta de negociación con el Presidente Donald Trump.
Es tan poderosa, que la misma podría substituir sin exagerar, cualquier plan de subsidios como la alianza para la prosperidad y frenar dramáticamente en muy corto tiempo la migración hacia el norte. Siempre lo he dicho, los centroamericanos no desean migrar, tienen que hacerlo, no es un deseo, se ven forzados por la miseria y la falta de oportunidades.
A todos nos queda claro que es la falta de sostenibilidad en los empleos y la ausencia de servicios básicos de salud, educación, los que sirven de motores para la migración en las zonas y comunidades mas deprimidas de los países de la región. También es claro que el Presidente Trump tiene como objetivo detener esa migración sin importar lo que tenga que hacer para satisfacer los deseos de una buena porción de sus electores y ya lo hemos vivido, pero también es claro que como buen hombre de negocios Trump esta siempre resuelto a dar a cambio de obtener y es aquí donde los gobiernos de la región pueden ofrecer desarrollar rápidas estrategias de contención migratoria a cambio de contar con el apoyo de la nación mas poderosa del planeta a efecto de cambiar las desiguales condiciones de la industria del café y el cacao a nivel mundial, en especial con la Unión Europea.
Cálculos mas, cálculos menos, se puede afirmar que esto devolvería rápidamente la prosperidad a esas deprimidas zonas y revitalizaría la caficultura regional a niveles nunca imaginados. Todo esta en formular una estrategia con aspectos tácticos muy precisos y pactos entre empleadores y trabajadores que garantice el que todos se beneficien de ese cambio.
Les comparto las siguientes reflexiones rescatadas de esas notas informativas, Mientras Alemania, el segundo país importador café en el mundo*, y la Unión Europea celebraron el pasado primero de octubre el Día Internacional del Café con jubilo debido a la bonanza de su industria del café, los 25 millones de caficultores del mundo no tienen nada que celebrar. Las multinacionales del café les pagan ahora la cuarta parte del precio del Convenio Internacional del Café de 1983.
*El primer importador de café del mundo es la Unión Europea con 41% de todo el café exportado. Otro gran importador de café es Estados Unidos que importa 18.5% -un poco menos de la mitad que la Unión Europea-.
Es tan poderosa, que la misma podría substituir sin exagerar, cualquier plan de subsidios como la alianza para la prosperidad y frenar dramáticamente en muy corto tiempo la migración hacia el norte. Siempre lo he dicho, los centroamericanos no desean migrar, tienen que hacerlo, no es un deseo, se ven forzados por la miseria y la falta de oportunidades.
A todos nos queda claro que es la falta de sostenibilidad en los empleos y la ausencia de servicios básicos de salud, educación, los que sirven de motores para la migración en las zonas y comunidades mas deprimidas de los países de la región. También es claro que el Presidente Trump tiene como objetivo detener esa migración sin importar lo que tenga que hacer para satisfacer los deseos de una buena porción de sus electores y ya lo hemos vivido, pero también es claro que como buen hombre de negocios Trump esta siempre resuelto a dar a cambio de obtener y es aquí donde los gobiernos de la región pueden ofrecer desarrollar rápidas estrategias de contención migratoria a cambio de contar con el apoyo de la nación mas poderosa del planeta a efecto de cambiar las desiguales condiciones de la industria del café y el cacao a nivel mundial, en especial con la Unión Europea.
Cálculos mas, cálculos menos, se puede afirmar que esto devolvería rápidamente la prosperidad a esas deprimidas zonas y revitalizaría la caficultura regional a niveles nunca imaginados. Todo esta en formular una estrategia con aspectos tácticos muy precisos y pactos entre empleadores y trabajadores que garantice el que todos se beneficien de ese cambio.
Les comparto las siguientes reflexiones rescatadas de esas notas informativas, Mientras Alemania, el segundo país importador café en el mundo*, y la Unión Europea celebraron el pasado primero de octubre el Día Internacional del Café con jubilo debido a la bonanza de su industria del café, los 25 millones de caficultores del mundo no tienen nada que celebrar. Las multinacionales del café les pagan ahora la cuarta parte del precio del Convenio Internacional del Café de 1983.
*El primer importador de café del mundo es la Unión Europea con 41% de todo el café exportado. Otro gran importador de café es Estados Unidos que importa 18.5% -un poco menos de la mitad que la Unión Europea-.
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