• hace 4 años
Estas rocas gigantes del espacio han causado muerte y destrucción a lo largo del milenio, pero también nos han dejado grandes riquezas y quizás incluso el regalo mismo de la vida. Nos centraremos en la historia de los detectives geológicos que por fin han convencido a los cientí­ficos de que dos formaciones muy diferentes, un cráter en el desierto de Arizona y una gigantesca mina de ní­quel en Canadá, fueron en realidad producidos por choques de meteoritos enormes. Una vez que quedó demostrado, los geólogos han seguido investigando y ahora se dan cuenta de que los impactos de los meteoritos han desempeñado un papel más importante a la hora de conformar la Tierra de lo que nunca nos habí­amos imaginado.

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