Leticia Canales: "Surfeo como una chica fuerte"

  • hace 5 años
Madrid, 13 feb (EFE).- (Imágenes: Lucía Santiago) Cuando a Leticia Canales (Sopelana, 1995) le sobrevino un nubarrón gris, en forma de grave lesión de rodilla, su madre tiró de memoria. Entendió que era el momento de rescatar algunas reliquias que guardaba de aquellos tiempos en los que su hija iba a la escuela. Le enseñó algunos dibujos, en los que siempre aparecían “dragones y olas, siempre olas”, y una redacción en euskera.
“'Soy Leticia Canales. Tengo 10 años. Vivo en Sopelana. Mi sueño es ser surfista profesional'”, rememora la joven vizcaína en una entrevista a EFE. “En cambio, mi hermana gemela estaba en otra clase y ella dijo que quería ser médico", puntualiza.
Por otro proyecto de la asignatura de Plástica -"un tubo de Eneko Acero, de espaldas", relata Canales-, sus profesores corroboraron que aquella niña rubia y risueña tejería, irremediablemente, una vida vinculada al mar.
Esa pasión nació de los planes veraniegos en familia. En la galería de su iPhone, de hecho, guarda incontables fotografías en las que aparece "con el pelo casco", tabla en mano y en la orilla. En otras está junto a sus padres y su gemela, recostada en la arena.
"Nos pasábamos todos los veranos en la playa, de 8 de la mañana a 10 de la noche. Tengo una hermana mayor y una hermana gemela, imagínate tres trastos que no paraban de pegarse... Así que nos sacaban de casa a la playa, a gastar energía. Mi padre tenía una tabla. Mi hermana mayor también surfeaba. Fue cuestión de tiempo. ¿Qué hace 'aita'? ¿Qué hace Vicky? ¡Pues yo quiero surfear! Nadie me obligó a entrar en el mar. Salió de mí", explica durante una visita a la sede central de la Agencia EFE en Madrid.
Con Nazaré copando estos días la actualidad informativa, Leticia Canales explica que "en algún momento de la preparación" ella también cogió olas grandes, pero está centrada en otro tipo de surf, el de competición, con el que espera hacer su entrada en el olimpismo este verano, en Tokio.
Esa era una posibilidad absolutamente remota cuando empezó. La disciplina no contemplaba un horizonte olímpico, ni vinculado al profesionalismo. Ella desconocía incluso que llegaría a medirse en el agua con muchas más chicas.
"Cuando eres pequeña no eres consciente de la situación social en la que estás", reflexiona sobre aquellos tiempos en los que se veía en clara inferioridad numérica. "No me empequeñecí por tener que competir con chicos. Es más, me encantaba competir con los chicos y la verdad es que aprendí muchísimo. De mi quinta son Alex Iriondo, Nacho González, Mikel Elizaldi o Izan Egiguren, surfistas que a nivel nacional hoy en día son referentes. Recuerdo que en Euskadi había un circuito que se llamaba Euskalsurf y yo siempre quedaba segunda, pero le ganaba a Imanol, le ganaba a Nacho...", bromea.
De esa primera época vinculada al surf guarda, sin embargo, cierta amargura. Recuerda que sufrió acoso escolar, por su complexión física, pero esquivó el dolor siendo "pasota". Todavía ahora, por hacer "un surf basta

Recomendada