Cada vez son más los venezolanos que encuentran en la bicicleta una solución a los problemas de transporte en Caracas. El costo de los repuestos de los vehículos, los cierres de las estaciones de metro, el retraso a la espera de un vagón, el aumento constante de pasajes en los autobuses y las largas colas por subir a uno de ellos han llevado a que sea el medio preferido de algunos.
El contador público, ciclista e instructor de la Biciescuela Urbana Caracas, Luis Calderón, afirma que cada vez son más quienes eligen la bicicleta: “Quizás el crecimiento esté condicionado por la necesidad de movilizarse, el sistema público y privado de transporte colectivo ha mermado mucho estos últimos años y la bicicleta comienza a ser una opción para quienes tienen dominio de la misma”.
En la Biciescuela Urbana Caracas, organización dedicada a enseñar a personas a usar la bicicleta y saber desplazarse con ella por la ciudad, ha tenido un aumento en sus participantes y desde su creación, en 2013, hasta la actualidad más de 1.400 personas han pasado por sus clases.
Entre el 2013 y 2016, 846 personas se inscribieron en la Biciescuela, es decir, un promedio de 211 personas por año; mientras que entre 2018 y 2019, la cifra anual fue mayor, 250 personas, lo que en promedio fueron 20 ingresos mensuales. Y en los dos primeros meses de 2020, cuando han realizado cuatro clases, ingresaron 80 personas, lo que hasta el año pasado era la cifra de cuatro meses.
Además, la mayoría de las personas que han asistido a sus clases son mujeres. Desde que iniciaron sus labores y hasta la fecha, de los 1.400 inscritos, 923 han sido féminas.
“Tengo tiempo con mi carro averiado y mi prioridad siempre es la bicicleta”
Fabrizzio Calvanesse es diseñador de moda. Está próximo a sacar una colección inspirada en los ciclistas urbanos y utiliza desde hace un año la bicicleta como medio de transporte. La prefiere por encima de su carro, por el alto costo que requiere repararlo, además de ver más beneficios que desventajas en ella. “Tengo tiempo con mi carro averiado y mi prioridad siempre es la bicicleta”, señala.
Ante la frecuente pregunta que recibe de sus conocidos al respecto de si llega sudado a donde se dirige, afirma: “Sí, pero por lo menos no con el sudor de las demás personas encima”.
Explica que “la ciclovía en Caracas es muy reducida y está en muy mal estado”. “Hay municipios que ni siquiera las tienen y en los que sí pareciera que fueron hechas para hacer un paseo, pero no para ser utilizados como una vía de transporte. Entonces tenemos que ir a la misma vía que utilizan los carros”.
“Me reencontré con Caracas a través de la bicicleta”
Alejandro Solé es audiovisualista y ciclista urbano. Expresa que se reencontró con Caracas a través de la bicicleta porque “las posibilidades que te da, en cuanto a transporte, no las ofrece otro medio”.
El contador público, ciclista e instructor de la Biciescuela Urbana Caracas, Luis Calderón, afirma que cada vez son más quienes eligen la bicicleta: “Quizás el crecimiento esté condicionado por la necesidad de movilizarse, el sistema público y privado de transporte colectivo ha mermado mucho estos últimos años y la bicicleta comienza a ser una opción para quienes tienen dominio de la misma”.
En la Biciescuela Urbana Caracas, organización dedicada a enseñar a personas a usar la bicicleta y saber desplazarse con ella por la ciudad, ha tenido un aumento en sus participantes y desde su creación, en 2013, hasta la actualidad más de 1.400 personas han pasado por sus clases.
Entre el 2013 y 2016, 846 personas se inscribieron en la Biciescuela, es decir, un promedio de 211 personas por año; mientras que entre 2018 y 2019, la cifra anual fue mayor, 250 personas, lo que en promedio fueron 20 ingresos mensuales. Y en los dos primeros meses de 2020, cuando han realizado cuatro clases, ingresaron 80 personas, lo que hasta el año pasado era la cifra de cuatro meses.
Además, la mayoría de las personas que han asistido a sus clases son mujeres. Desde que iniciaron sus labores y hasta la fecha, de los 1.400 inscritos, 923 han sido féminas.
“Tengo tiempo con mi carro averiado y mi prioridad siempre es la bicicleta”
Fabrizzio Calvanesse es diseñador de moda. Está próximo a sacar una colección inspirada en los ciclistas urbanos y utiliza desde hace un año la bicicleta como medio de transporte. La prefiere por encima de su carro, por el alto costo que requiere repararlo, además de ver más beneficios que desventajas en ella. “Tengo tiempo con mi carro averiado y mi prioridad siempre es la bicicleta”, señala.
Ante la frecuente pregunta que recibe de sus conocidos al respecto de si llega sudado a donde se dirige, afirma: “Sí, pero por lo menos no con el sudor de las demás personas encima”.
Explica que “la ciclovía en Caracas es muy reducida y está en muy mal estado”. “Hay municipios que ni siquiera las tienen y en los que sí pareciera que fueron hechas para hacer un paseo, pero no para ser utilizados como una vía de transporte. Entonces tenemos que ir a la misma vía que utilizan los carros”.
“Me reencontré con Caracas a través de la bicicleta”
Alejandro Solé es audiovisualista y ciclista urbano. Expresa que se reencontró con Caracas a través de la bicicleta porque “las posibilidades que te da, en cuanto a transporte, no las ofrece otro medio”.
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