• hace 4 años
Este salmo presenta las condiciones para que quien quiere recibir al Dios de la Vida sea digno en su pozo interior. Quien procede con rectitud, quien tiene un corazón limpio, quien cuida y protege al débil; en definitiva, quien vive íntegramente podrá gozar de una relación directa y vivir esa comunión con el Señor; y encontrará la puerta abierta.

Salmo de David.

Señor, ¿quién habitará en tu santa Montaña?

El que procede rectamente y practica la justicia;

el que dice la verdad de corazón

y no calumnia con su lengua. El que no hace mal a su prójimo

ni agravia a su vecino,

el que no estima a quien Dios reprueba

y honra a los que temen al Señor.

El que no se retracta de lo que juró,

aunque salga perjudicado;

el que no presta su dinero a usura

ni acepta soborno contra el inocente.

El que procede así, nunca vacilará.

Salmo 15(14),2-3ab.3cd-4ab.5

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