Aprender para ganar: El Gregorio Marañón consolida nuevos modelos de atención
- hace 4 años
Madrid, 25 nov (EFE).- (Imagen: Leo Redondo).-La lucha contra la pandemia ha puesto de relieve la flexibilidad y capacidad de adaptación de los hospitales madrileños, un aprendizaje al que el Hospital Universitario Gregorio Marañón va a sacar partido incorporando para siempre nuevos modelos de atención a los pacientes y protocolos de trabajo que le hagan más fuerte ante desastres de este calibre.
El Gregorio Marañón vive estos días el "retroceso" de la segunda ola, más prolongada en el tiempo que la primera (ya empezó a notarse en agosto) pero con un pico de incidencia mucho más asumible por el centro sanitario: si en marzo-abril se llegó a tener 1.064 personas ingresadas al mismo tiempo, el día con mayor número pacientes en esta segunda tanda de la covid-19, en septiembre, ha tenido 334 camas ocupadas.
Al hecho de que el número de ingresos haya sido significativamente menor se suma también que los profesionales estaban mucho más preparados para afrontar la nueva ola, y el hospital ha aprovechado estos meses para fortalecerse con nuevas infraestructuras, como una nueva unidad de cuidados intensivos "flexible", con 23 camas ampliables hasta 35, que se ha estrenado este mismo mes.
Desde marzo, por las camas de este hospital han pasado 5.000 pacientes, detalla a Efe la subgerente del centro, Sonia García de San José, que explica que actualmente hay aproximadamente 8.000 profesionales trabajando -mil de ellos con 'contratos covid'- que, a pesar del actual retroceso de casos, no bajan la guardia ante una posible tercera ola.
Y para ello están "aprendiendo todos los días", analizando qué se ha hecho, qué ha funcionado e implantando mejoras y modelos de atención que se ha comprobado que funcionan, durante la pandemia o en experiencias pasadas de catástrofes, como grandes atentados o accidentes.
"La lucha contra esta pandemia ha demostrado que el sistema sanitario público es capaz de adaptarse de manera muy ágil, y esa capacidad de flexibilidad hay que seguir manteniéndola", subraya.
Para eso es necesario que el centro se vaya "readaptando", que incorpore a su día a día nuevos modelos de atención a distancia o presencial, de manera que la atención hospitalaria no sea necesariamente "la cama convencional" y pueda combinarse con hospitalizaciones a domicilio o con hospitales de día.
NUEVOS CAMINOS PARA REINVENTAR LA ATENCIÓN
García de San José cita dos caminos por los que hay que avanzar de manera decidida: el "impulso de la digitalización" de la mano de los profesionales de la Atención Primaria, porque eso "nos hará más fuertes en caso de una pandemia de este o de cualquier otro estilo", y consolidar la atención no presencial al paciente.
El pico de casos de coronavirus en marzo obligó a cambiar el sistema de consultas, de manera que se empezaron a impulsar las "e-consultas" que ya se venían realizando en determinados servicios (basada en el estudio de la historia clínica electrónica del paciente) y se crearon las consultas telefónicas.
TOTALES DE LA SUBG
El Gregorio Marañón vive estos días el "retroceso" de la segunda ola, más prolongada en el tiempo que la primera (ya empezó a notarse en agosto) pero con un pico de incidencia mucho más asumible por el centro sanitario: si en marzo-abril se llegó a tener 1.064 personas ingresadas al mismo tiempo, el día con mayor número pacientes en esta segunda tanda de la covid-19, en septiembre, ha tenido 334 camas ocupadas.
Al hecho de que el número de ingresos haya sido significativamente menor se suma también que los profesionales estaban mucho más preparados para afrontar la nueva ola, y el hospital ha aprovechado estos meses para fortalecerse con nuevas infraestructuras, como una nueva unidad de cuidados intensivos "flexible", con 23 camas ampliables hasta 35, que se ha estrenado este mismo mes.
Desde marzo, por las camas de este hospital han pasado 5.000 pacientes, detalla a Efe la subgerente del centro, Sonia García de San José, que explica que actualmente hay aproximadamente 8.000 profesionales trabajando -mil de ellos con 'contratos covid'- que, a pesar del actual retroceso de casos, no bajan la guardia ante una posible tercera ola.
Y para ello están "aprendiendo todos los días", analizando qué se ha hecho, qué ha funcionado e implantando mejoras y modelos de atención que se ha comprobado que funcionan, durante la pandemia o en experiencias pasadas de catástrofes, como grandes atentados o accidentes.
"La lucha contra esta pandemia ha demostrado que el sistema sanitario público es capaz de adaptarse de manera muy ágil, y esa capacidad de flexibilidad hay que seguir manteniéndola", subraya.
Para eso es necesario que el centro se vaya "readaptando", que incorpore a su día a día nuevos modelos de atención a distancia o presencial, de manera que la atención hospitalaria no sea necesariamente "la cama convencional" y pueda combinarse con hospitalizaciones a domicilio o con hospitales de día.
NUEVOS CAMINOS PARA REINVENTAR LA ATENCIÓN
García de San José cita dos caminos por los que hay que avanzar de manera decidida: el "impulso de la digitalización" de la mano de los profesionales de la Atención Primaria, porque eso "nos hará más fuertes en caso de una pandemia de este o de cualquier otro estilo", y consolidar la atención no presencial al paciente.
El pico de casos de coronavirus en marzo obligó a cambiar el sistema de consultas, de manera que se empezaron a impulsar las "e-consultas" que ya se venían realizando en determinados servicios (basada en el estudio de la historia clínica electrónica del paciente) y se crearon las consultas telefónicas.
TOTALES DE LA SUBG