• hace 3 años
James Phelps entra en una tienda de segunda mano donde se interesa por un fonógrafo, se dirige con él a la trastienda y del cajetín saca un disco y unas fotos.

Buenos días, señor Phelps.

El hombre que está viendo es Alfred Belzig (foto), director del banco socialista de la zona Este pero, secretamente, es un fanático que nunca dejó de trabajar por un estado fascista.

Valiéndose de su posición ofrece ayuda a todo aquél que tenga dinero y desee escapar al Oeste. Les ayuda, desaparecen para siempre y Belzig se queda con sus cuentas bancarias

Su misión será la de parar a Belzig y evitar que casi los tres millones de dólares de los que se ha apropiado caigan en las manos del nuevo partido nazi.

Si usted, o algún miembro de Misión Imposible, es atrapado o muerto, la Secretaría negará todo conocimiento de sus actividades.

Este disco se autodestruirá cuando toque el último surco.

Buena suerte, Jim.

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