Los hijos de Múgica llaman a preservar la memoria de la persecución etarra
San Sebastián, 5 feb (EFE).- El sábado se cumplen 25 años del asesinato del dirigente socialista Fernando Múgica, tiroteado por unos pistoleros de ETA en las calles de San Sebastián. Transcurrido un cuarto de siglo, dos de sus tres hijos, José María y Rubén, instan a la sociedad a "preservar la memoria" y no "pasar página" sin "haber leído antes el libro" de "aquel tiempo de persecución" terrorista.
Los dos hermanos (el tercero, Fernando, vive en Madrid desde el año 2000) siguen ejerciendo en el bufete en el que también trabajó su padre y donde, en una entrevista concedida a EFE, rememoran la personalidad "vital, arrolladora, abierta, divertida y risueña" de un progenitor que les enseñó "la alegría de vivir", el "respeto al diferente" y a "detestar siempre a los totalitarios, sean del campo que sean".
Aunque nunca ocupó ningún cargo público, Fernando Múgica participó en los años 60 del pasado siglo en la fundación del PSE, asistió al histórico congreso de 1974 en Suresnes (Francia) y fue presidente de los socialistas guipuzcoanos.
El 6 de febrero de 1996 se convirtió, tras Enrique Casas, en el segundo dirigente socialista vasco víctima de los terroristas. Dos de ellos le sorprendieron aquel día en el centro de San Sebastián y, en su huida tras dispararle en la nuca, uno de ellos también llegó a encañonar a José María, mientras le advertía de que sería el siguiente.
Ahora, tanto él como su hermano Rubén se empeñan en transmitir a los nietos de "Poto" -el mayor sólo tenía cuatro meses cuando fue asesinado- los valores democráticos que históricamente han permitido a su heterogénea familia, con raíces hebreas y republicanas, sobreponerse a las "tres pestes del siglo XX: el nazismo.
TOTAL DE JOSÉ MARÍA MÚGICA, HIJO DE FERNANDO MÚGICA, SOCIALISTA ASESINADO POR ETA
Los dos hermanos (el tercero, Fernando, vive en Madrid desde el año 2000) siguen ejerciendo en el bufete en el que también trabajó su padre y donde, en una entrevista concedida a EFE, rememoran la personalidad "vital, arrolladora, abierta, divertida y risueña" de un progenitor que les enseñó "la alegría de vivir", el "respeto al diferente" y a "detestar siempre a los totalitarios, sean del campo que sean".
Aunque nunca ocupó ningún cargo público, Fernando Múgica participó en los años 60 del pasado siglo en la fundación del PSE, asistió al histórico congreso de 1974 en Suresnes (Francia) y fue presidente de los socialistas guipuzcoanos.
El 6 de febrero de 1996 se convirtió, tras Enrique Casas, en el segundo dirigente socialista vasco víctima de los terroristas. Dos de ellos le sorprendieron aquel día en el centro de San Sebastián y, en su huida tras dispararle en la nuca, uno de ellos también llegó a encañonar a José María, mientras le advertía de que sería el siguiente.
Ahora, tanto él como su hermano Rubén se empeñan en transmitir a los nietos de "Poto" -el mayor sólo tenía cuatro meses cuando fue asesinado- los valores democráticos que históricamente han permitido a su heterogénea familia, con raíces hebreas y republicanas, sobreponerse a las "tres pestes del siglo XX: el nazismo.
TOTAL DE JOSÉ MARÍA MÚGICA, HIJO DE FERNANDO MÚGICA, SOCIALISTA ASESINADO POR ETA
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