Embrujada -3x11- Oedipus Hex (El maleficio de la pereza)

La última diatriba que Endora dirige a Samantha contra Darrin es que cree que él, como todos los hombres mortales, disfruta revolcándose en la monotonía del trabajo, ya que el trabajo es la forma con la que que los hombres mortales se identifican. De lo contrario, los hombres mortales serían como niños pequeños sin nada que hacer. Para demostrar su punto de vista, Endora, sin decírselo a Samantha ni a Darrin, lanza un hechizo sobre un bol de palomitas. Cualquiera que coma las palomitas se olvidará de todo el trabajo. Funciona, ya que Darrin, después de comer las palomitas, decide no ir a trabajar ese día, lo que no molesta a Samantha en lo más mínimo. Sin embargo, a medida que más y más hombres pasan por la casa y se comen las palomitas, la residencia de los Stephens se convierte en una gigantesca cueva de hombres. La presencia de este grupo de hombres no es un buen momento para Samantha, ya que acaba de ofrecerse como voluntaria para hacer un trabajo de recaudación de fondos con algunas mujeres oficiosas del vecindario que se reúnen en la casa. Darrin y sus divertidos compatriotas amenazan la buena reputación de Samantha entre las mujeres del barrio. Pero cuando Samantha por fin se da cuenta de lo que ha hecho Endora, intenta utilizarlo en su beneficio.