La izquierda mediática está histérica con el viaje de Irene Montero a Nueva York
El espectáculo es grandioso. Para partirse la caja de risa. Y si no lo han visto en directo en televisión, no se preocupen. En Periodista Digital llevamos unos días recogiendo las memeces que sueltan presentadores progres y tertulianos adictos al régimen sanchista, a propósito de la excursión en a Nueva York que se han pegado a cuenta nuestra Irene Montero y la pandilla de la tarta.
Lo de Angels Barceló, esa señorona de la Cadena SER que cogía de la manita a un lloroso Pablo Iglesias, para protegerle de las burlas de Rocío Monasterio, es de aurora boreal.
Casi más que lo de Ana Pardo de Vera, que fue candidata de Podemos a dirigir TVE, según la cual irse en Falcón a América es más barato que hacerlo en en avión de línea.
Desde el cacharrazo de las elecciones andaluzas y viendo la evolución de las encuestas, la izquierda política y mediática ha entrado en estado de histeria.
Ven los progres que se les acaba el chollo y se han puesto a desbarrar.
Resulta hasta entrañable observar el esfuerzo y la imaginación que dedican algunos medios y periodistas a justificar lo injustificable. Y sin recato alguno.
La verdad, para ellos, es irrelevante.
De lo que se trata es de intentar colarle a la ciudadanía que tenemos un Gobierno excelente, que la economía va como un tiro, que los precios que pagamos en el supermercado o en la gasolinera son un espejismo y que Sánchez en un genio.
Están en su derecho, pero hay que ser muy pardillo para tragarse esas trolas.
Lo de Angels Barceló, esa señorona de la Cadena SER que cogía de la manita a un lloroso Pablo Iglesias, para protegerle de las burlas de Rocío Monasterio, es de aurora boreal.
Casi más que lo de Ana Pardo de Vera, que fue candidata de Podemos a dirigir TVE, según la cual irse en Falcón a América es más barato que hacerlo en en avión de línea.
Desde el cacharrazo de las elecciones andaluzas y viendo la evolución de las encuestas, la izquierda política y mediática ha entrado en estado de histeria.
Ven los progres que se les acaba el chollo y se han puesto a desbarrar.
Resulta hasta entrañable observar el esfuerzo y la imaginación que dedican algunos medios y periodistas a justificar lo injustificable. Y sin recato alguno.
La verdad, para ellos, es irrelevante.
De lo que se trata es de intentar colarle a la ciudadanía que tenemos un Gobierno excelente, que la economía va como un tiro, que los precios que pagamos en el supermercado o en la gasolinera son un espejismo y que Sánchez en un genio.
Están en su derecho, pero hay que ser muy pardillo para tragarse esas trolas.