COLOMBIA | La reserva de Acandí, un ejemplo de conservación | EL PAÍS

  • hace 2 años
Todo comenzó con la tortuga caná, la más grande de todas las tortugas marinas. En el municipio colombiano de Acandí, fronterizo con Panamá, las comunidades negras que administran el territorio se han volcado a defender desde hace casi una década a ese imponente gigante marino, sometido a una enorme presión, que desova en las playas de este paraje cerca del Caribe. La caná es una especie sombrilla, una suerte de plataforma para proteger a las demás especies de un ecosistema clave, convertido en ejemplo de conservación en uno de los países más biodiversos del mundo.Es un “símbolo de vida”, repiten con entusiasmo los miembros del Consejo Comunitario del Río Acandí y Zona Costera Norte, Cocomanorte, uno de los tres consejos comunitarios que coadministran con Parques Nacionales Naturales de Colombia este área protegida en el departamento del Chocó, que visitó EL PAÍS por invitación de WWF (Fondo Mundial para la Naturaleza, en español). La zona tiene todo listo para una enorme ampliación que, entre otras, prácticamente la conectará con otras áreas protegidas en el sur de Panamá, donde se encuentran comunidades indígenas, en un mosaico de con