• hace 2 años
Las fiestas de La Mercè de Barcelona terminan con una víctima mortal por apuñalamiento. Unas 500 personas se enzarzaron en una batalla campal contra las fuerzas y cuerpos de seguridad, saquearon comercios, y se dedicaron a quemar contenedores, coches, motos y bicicletas.

El vandalismo se apodera de Barcelona, una vez más, y su alcaldesa, Ada Colau, no está a la altura de las circunstancias. Colau asegura que los actos vandálicos han sido más reducidos que los sucedidos el año pasado y desvincula la muerte del jóven de 25 años de la batalla campal que tuvo lugar en la ciudad condal.

En otro punto de la ciudad, y de forma paralela, un jóven resultó herido por arma blanca.

Mientras la inseguridad crece en Barcelona, Colau afirma que "como toda gran ciudad, tiene retos de seguridad".

La oposición carga contra Colau por no ser contundente y minimizar los hechos acontecidos. ERC sostiene que las declaraciones de la alcaldesa “no están a la altura” de los incidentes y Junts califica la situación que vive Barcelona como un “caos preocupante”.

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