• hace 3 años
Como todos los varones de la casa, Víctor debía empezar desde abajo y conocer el funcionamiento de los negocios de la familia. A los 15 años ingresó como almacenista en una de las farmacias de su padre, don Roberto, y más tarde, mientras estudiaba, pasó a ser auxiliar contable en el laboratorio que, años más tarde, le tocaría salvar de la quiebra.

Recomendada