Se cumple de nuevo eso tan manido de que ‘Dios los cría y ellos se juntan’.
Y hablo de maleantes.
No sé si han enterado de que Pepe Villarejo, ese comisario malandrín que se volvió loco por el dinero y grababa a todo quisque, incluido a si mismo cuando iba al cuarto de baño, ha dicho que si llega a vivo a diciembre, votará al socialista Sánchez.
Si el ‘Pequeño’ Nicolás, que era un chaval imberbe fue capaz de manipular a su gusto hasta a orondos secretarios de Estado y lograr que le pusieran coche oficial y escolta para irse a comer marisco por provincias como imaginario emisario de la Vicepresidencia del Gobierno, no es extraño que Villarejo engañase a tantos pardillos siendo policía, teniendo acceso privilegiado a instrucciones y sumarios y pudiendo pinchar teléfonos como quien come pipas.
Dicho esto, también les digo que el 90% de las proezas que se atribuye son filfas y que lo extraño es que engreídos directivos del IBEX, políticos de relumbrón, periodistas de postín e incluso colegas se tragasen sus bolas, fantasiosos informes y truculentos montajes.
Durante su reciente comparecencia en el Congreso, para dar explicaciones sobre las 'cloacas' del Estado, Villarejo ha anunciado que votará a Pedro Sánchez, porque es el presidente más valiente que ha conocido.
Que el excomisario corrupto se sume como votante socialista al etarra Txapote no creo que le haya hecho gracia al jefe del PSOE, pero vamos a reflexionar sobre el halago.
No se si lo de Sánchez fue precisamente valentía, cuando urdió que le hicieran la tesis doctoral y tuvo la desvergüenza de firmarla.
O si fue coraje lo que puso de manifiesto cuando dijo a su amigo Ferreras, en LaSexta, que no dormiría si tuviera ministros de Podemos en su Gobierno, para 50 días después abrazarse alelado a Pablo Iglesias y hacerlo vicepresidente.
No me parece arrojo el termino más apropiado para describir que, cuando salió la sentencia contra los delincuentes del ‘proces’, afirmara que ‘acatamiento significa su cumplimiento íntegro’ y año y medio después indultara a los golpistas.
Y no creo que sea de valientes jurar con reiteración en televisión y haciéndote el ofendido que ‘con Bildu no vamos a pactar y si quiere se lo digo 5 veces o 20’ y terminar convirtiendo en tus socios preferentes a los etarras, a los que llevan en sus listas del 28-M a 44 terroristas y a 7 asesinos confesos.
Creo que a Pepe Villarejo, que de vez en cuando pega unas patadas de espanto al diccionario, se le trabó la lengua y se equivocó de vocablo.
No votará a Sánchez por valiente, sino por tramposo, por taimado, por desleal, por falso, por hipócrita, por embustero, por farsante, por bolero y por el enorme daño que ha hecho a España.
¡Dios los cría y ellos se juntan!
Y hablo de maleantes.
No sé si han enterado de que Pepe Villarejo, ese comisario malandrín que se volvió loco por el dinero y grababa a todo quisque, incluido a si mismo cuando iba al cuarto de baño, ha dicho que si llega a vivo a diciembre, votará al socialista Sánchez.
Si el ‘Pequeño’ Nicolás, que era un chaval imberbe fue capaz de manipular a su gusto hasta a orondos secretarios de Estado y lograr que le pusieran coche oficial y escolta para irse a comer marisco por provincias como imaginario emisario de la Vicepresidencia del Gobierno, no es extraño que Villarejo engañase a tantos pardillos siendo policía, teniendo acceso privilegiado a instrucciones y sumarios y pudiendo pinchar teléfonos como quien come pipas.
Dicho esto, también les digo que el 90% de las proezas que se atribuye son filfas y que lo extraño es que engreídos directivos del IBEX, políticos de relumbrón, periodistas de postín e incluso colegas se tragasen sus bolas, fantasiosos informes y truculentos montajes.
Durante su reciente comparecencia en el Congreso, para dar explicaciones sobre las 'cloacas' del Estado, Villarejo ha anunciado que votará a Pedro Sánchez, porque es el presidente más valiente que ha conocido.
Que el excomisario corrupto se sume como votante socialista al etarra Txapote no creo que le haya hecho gracia al jefe del PSOE, pero vamos a reflexionar sobre el halago.
No se si lo de Sánchez fue precisamente valentía, cuando urdió que le hicieran la tesis doctoral y tuvo la desvergüenza de firmarla.
O si fue coraje lo que puso de manifiesto cuando dijo a su amigo Ferreras, en LaSexta, que no dormiría si tuviera ministros de Podemos en su Gobierno, para 50 días después abrazarse alelado a Pablo Iglesias y hacerlo vicepresidente.
No me parece arrojo el termino más apropiado para describir que, cuando salió la sentencia contra los delincuentes del ‘proces’, afirmara que ‘acatamiento significa su cumplimiento íntegro’ y año y medio después indultara a los golpistas.
Y no creo que sea de valientes jurar con reiteración en televisión y haciéndote el ofendido que ‘con Bildu no vamos a pactar y si quiere se lo digo 5 veces o 20’ y terminar convirtiendo en tus socios preferentes a los etarras, a los que llevan en sus listas del 28-M a 44 terroristas y a 7 asesinos confesos.
Creo que a Pepe Villarejo, que de vez en cuando pega unas patadas de espanto al diccionario, se le trabó la lengua y se equivocó de vocablo.
No votará a Sánchez por valiente, sino por tramposo, por taimado, por desleal, por falso, por hipócrita, por embustero, por farsante, por bolero y por el enorme daño que ha hecho a España.
¡Dios los cría y ellos se juntan!
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