Las profundas transformaciones económicas, políticas sociales y demográficas que se producen a lo largo del Siglo XVIII son en gran parte consecuencia del pensamiento de la Ilustración: son el resultado de una nueva concepción del mundo, de una revolución científica basada en el racionalismo y el empirismo, de una nueva forma de pensar. Todo ello se expresa a través de la cultura y se traduce entre otras cosas en una forma de ver interpretar la ciudad y consecuentemente de construirla. Entre las nuevas ideas aplicadas al urbanismo dominan la voluntad de mostrar la fuerza del poder político, del Estado, un afán filantrópico y dar protagonismo a la naturaleza a través de los jardines.
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Aprendizaje