Metanews: Ayer por la tarde iniciaron los servicios funerarios de Álvaro Sandoval y su esposa Griselda Pedroza Rocha, victimados el lunes por la tarde en Puerto Palomas de Villa por un grupo de seis hombres armados en venganza por la muerte de tres supuestos extorsionadores.
Por razones de seguridad la familia solicitó a El Diario que fuera reservado el lugar donde velan los cuerpos de la pareja, ya que por miedo optaron por trasladarse a esta ciudad y aquí darles cristiana sepultura antes de migrar a Estados Unidos.
Los deudos ayer fueron entrevistados en el exterior de la Unidad de Atención a Víctimas de la Fiscalía General del Estado (FGE), donde dijeron que no demandaran justicia, renunciaron a su derecho de exigir el esclarecimiento de hechos.
“Para qué, todos sabemos que aquí no pasa nada”, dijo la hermana de Griselda Pedroza Rocha. La familia apenas recibió los cuerpos, ya que el apoyo que hubo complicaciones en la identificación oficial de los cadáveres.
-¿Hasta el momento que les han informado sobre el avance de las investigaciones?-
“No nos han dicho nada, no sabemos nada, en realidad no sabemos nada, pero ya no queremos saber nada de esto, nada más que nos entreguen los cuerpos de mi hermana y mi cuñado y que todo quede así, porque de todas maneras justicia no va a haber”, reprochó.
Nuevamente la entrevistada cuestionó la falta de seguridad personal a la familia Sandoval, al señalar que no hubo voluntad política de proteger al llamado héroe ciudadano, porque el pueblo sólo tiene tres policías municipales y tres ministeriales.
“Cuál seguridad les iban a dar”, cuestionó.
Como se informó anteriormente, la madrugada del domingo 23 de enero del año en curso, el propietario del yonke “El Hoyo”, ubicado en las calles Garduño e Internacional, en Puerto Palomas de Villa, disparó contra tres hombres que ingresaron a su vivienda, con intenciones de matarlo para, presuntamente, obligarlo a pagar “la cuota” por protección.
Los muertos fueron identificados como: José Luis Camacho Miranda, de 40 años, con domicilio oficial en la calle Sandino, de la colonia México 68 en esta ciudad; Esteban Encarnación Córdova Duarte, de 28 años y radicado en la calle Capulín en la colonia El Granjero y Juan Ruiz Luévano, de 26 años, con domicilio en la colonia Postal.
“La intención no era sólo robar, era hacer verdadero daño a los moradores de la vivienda”, explicó el fiscal en Prevención y Persecución del Delito en la zona norte, Jorge González Nicolás.
Los intrusos portaban armas largas y cortas, vestían ropa tipo táctico-policial, pertenecían al grupo identificado como “La Línea” y la intención era obligar al comerciante a pagar “la cuota” por protección, se estableció en las investigaciones que no llegaron a ubicar al cuarto cómplice que huyó del lugar de los hechos, ni capturar a quien ordenó la muerte del comerciante.
Por razones de seguridad la familia solicitó a El Diario que fuera reservado el lugar donde velan los cuerpos de la pareja, ya que por miedo optaron por trasladarse a esta ciudad y aquí darles cristiana sepultura antes de migrar a Estados Unidos.
Los deudos ayer fueron entrevistados en el exterior de la Unidad de Atención a Víctimas de la Fiscalía General del Estado (FGE), donde dijeron que no demandaran justicia, renunciaron a su derecho de exigir el esclarecimiento de hechos.
“Para qué, todos sabemos que aquí no pasa nada”, dijo la hermana de Griselda Pedroza Rocha. La familia apenas recibió los cuerpos, ya que el apoyo que hubo complicaciones en la identificación oficial de los cadáveres.
-¿Hasta el momento que les han informado sobre el avance de las investigaciones?-
“No nos han dicho nada, no sabemos nada, en realidad no sabemos nada, pero ya no queremos saber nada de esto, nada más que nos entreguen los cuerpos de mi hermana y mi cuñado y que todo quede así, porque de todas maneras justicia no va a haber”, reprochó.
Nuevamente la entrevistada cuestionó la falta de seguridad personal a la familia Sandoval, al señalar que no hubo voluntad política de proteger al llamado héroe ciudadano, porque el pueblo sólo tiene tres policías municipales y tres ministeriales.
“Cuál seguridad les iban a dar”, cuestionó.
Como se informó anteriormente, la madrugada del domingo 23 de enero del año en curso, el propietario del yonke “El Hoyo”, ubicado en las calles Garduño e Internacional, en Puerto Palomas de Villa, disparó contra tres hombres que ingresaron a su vivienda, con intenciones de matarlo para, presuntamente, obligarlo a pagar “la cuota” por protección.
Los muertos fueron identificados como: José Luis Camacho Miranda, de 40 años, con domicilio oficial en la calle Sandino, de la colonia México 68 en esta ciudad; Esteban Encarnación Córdova Duarte, de 28 años y radicado en la calle Capulín en la colonia El Granjero y Juan Ruiz Luévano, de 26 años, con domicilio en la colonia Postal.
“La intención no era sólo robar, era hacer verdadero daño a los moradores de la vivienda”, explicó el fiscal en Prevención y Persecución del Delito en la zona norte, Jorge González Nicolás.
Los intrusos portaban armas largas y cortas, vestían ropa tipo táctico-policial, pertenecían al grupo identificado como “La Línea” y la intención era obligar al comerciante a pagar “la cuota” por protección, se estableció en las investigaciones que no llegaron a ubicar al cuarto cómplice que huyó del lugar de los hechos, ni capturar a quien ordenó la muerte del comerciante.
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