• hace 9 meses
Dos sujetos que dijeron pertenecer a una célula de Los Zetas asaltaron la madrugada de este domingo el Hotel Global Express ubicado en la autopista Puebla-México, a la altura del parque industrial Finsa, y se habrían llevado como rehenes a dos empleados del lugar, por quienes exigieron un rescate de 50 mil pesos.

Sin embargo por la noche la Secretaría de Seguridad Pública descartó que el atracó lo haya cometido un grupo armado y que se hayan llevado secuestrados a los dos empleados del establecimiento, a quienes según un video se observa cuando abordan por cuenta propia un taxi.

La Dirección de Atención a Delitos de Alto Impacto (DADAI) de la Procuraduría General de Justicia tomó conocimiento del caso e inició la investigación del posible secuestro.

De acuerdo con las primeras versiones, al filo de las 3:30 horas de este día, la recepcionista del hotel recibió una amenaza vía telefónica por parte de sujetos desconocidos, por lo que la canalizó al vigilante del inmueble.

Este trabajador fue amenazado, por lo que tuvo que dirigirse al acceso del hotel donde se encontraban al menos dos sujetos a bordo de un vehículo taxi. Se presume que estas personas lo intimidaron para que hiciera lo que le indicaran a través de un teléfono celular que le fue entregado.

De esta manera, se dirigió a las habitaciones y al filo de las 4:00 horas comenzó a tocar las puertas, advirtiéndoles a los huéspedes que “células de los Zetas se encontraban en el hotel, por lo que tenían que entregar todas sus pertenencias para evitar ser ejecutados por parte de los integrantes de la delincuencia organizada”.

Ante tal hecho, clientes de nueve habitaciones pusieron en poder del vigilante, dinero en efectivo, relojes, algunas joyas, así como iPads, teléfonos celulares, entre otros objetos.

Videos del hotel muestran cómo esta persona reunió las pertenencias y las llevó a los tripulantes de la unidad, quienes en todo momento le daban instrucciones a través del teléfono móvil.

Cabe destacar que horas después del incidente, el gerente del hotel Jesús Boeyes, recibió llamadas telefónicas, donde de igual forma, sujetos que manifestaron pertenecer a la delincuencia organizada le exigieron la cantidad de 50 mil pesos como pago de rescate y para no privar de la vida a los dos empleados en cuestión, a quienes aseguran, privaron de la libertad después del robo.

Agentes investigadores de Puebla realizan las indagatorias correspondientes para actuar ante las amenazas de los presuntos delincuentes, quienes exigieron depositar el dinero en efectivo en una institución bancaria ubicada en Soriana.

Autoridades investigan si el hecho corresponde a la comisión de algún delito por parte de delincuencia organizada, o bien de posibles extorsiones de sujetos solitarios que maquinaron este robo y secuestro, ya que en los videos hasta el momento analizados, no se detecta la participación de células de sujetos armados, sino únicamente a los tripulantes del taxi.

La Policía Municipal de Cuautlancingo informó que recibió la llamada de auxilio aproximadamente a las seis de la mañana.

Indagan asalto de los propios empleados

El secretario de Seguridad Pública del Estado, Ardelio Vargas Fosado, confirmó que el vigilante y la gerente en turno del hotel Global Express no fueron secuestrados por un comando armado, sino que por voluntad propia abordaron un taxi para huir con las pertenencias de los clientes.

El funcionario declaró que, aunque existe la versión del supuesto secuestro, se han recabado varias pruebas que descartan la presencia de personas peligrosamente armadas, tales como entrevistas y videos de las cámaras de vigilancia del hotel y de la planta armadora Volkswagen.

Dijo que en las imágenes captadas se observa que antes del atraco la recepcionista habla con un taxista y luego ingresa otra vez al inmueble.

Posteriormente, se aprecia que transcurrieron aproximadamente 15 ó 20 minutos, tiempo en el que al parecer el guardia subió a por lo menos ocho habitaciones para recoger las pertenencias de los clientes.

Después de este lapso, nuevamente aparecen la mujer y el vigilante, y entre los dos suben las cosas al vehículo de transporte público mercantil para luego huir. No obstante, en este tiempo no se detecta la presencia de hombres armados.

De hecho, mencionó el secretario, en las entrevistas que hicieron las autoridades los afectados manifestaron nunca haber visto ni hablado con gente armada, por lo cual la Procuraduría General de Justicia (PGJ) estableció que los responsables de la estafa fueron los dos empleados.

La PGJ trabaja en las investigaciones en coordinación con la Secretaría de Seguridad Pública Estatal para aclarar lo sucedido.

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