A Cannoli, un bulldog francés de dos años, no hay nada que le guste más que perseguir ciervos en Somerset, Nueva Jersey.
Una de esas veces fue capturada en vídeo por su dueña Samantha, de 31 años, un día en que dos ciervos decidieron aparecer en el jardín trasero de su casa y Cannoli se puso a perseguirlos.
Samantha terminó grabando también el momento en que el pobre perro perdió el equilibrio debido a la velocidad que llevaba y que hizo que volcara hacia adelante.
Una de esas veces fue capturada en vídeo por su dueña Samantha, de 31 años, un día en que dos ciervos decidieron aparecer en el jardín trasero de su casa y Cannoli se puso a perseguirlos.
Samantha terminó grabando también el momento en que el pobre perro perdió el equilibrio debido a la velocidad que llevaba y que hizo que volcara hacia adelante.
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