Laruel y Hardy, es decir El gordo y el flaco formaron una pareja inolvidable y también una de las imágenes más queridas de cuantas nos ha regalado Holliwood. No sólo son los cómicos que pueden hacerte reír hasta doblarte y perderte de varias partes de la película porque estás, literalmente partido de risa y tienes que secarte las alegres lágrimas. Son también los autores de una suerte de amistad con el cinéfilo que los adopta en la infancia y, como los buenos amigos que son, nunca los abandona y los visita siempre que puede. Rara vez te defraudan. Sobre todo si te asomas a ver las películas de su primera época, cuando el dueto funcionaba como una fabulosa máquina de producir carcajadas. Para algunos es una sorpresa saber que no todas sus películas pertenecen al cine sonoro. Big Business es una de las mejores comedias cortas del cine mudo. Quieres una recomendación: deja lo que estés haciendo y vela. No te arrepentirás.
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